Las vacunaciones a personas con enfermedades de base han mostrado un gran éxito en el fin de semana, pero lógico, también ha demostrado de que en muchos de los casos se presta esta circunstancia a negocios, a presiones, a beneficios extras, como el caso de personas que no deberían estar vacunadas, pero se vacunan.
Incluso el domingo muchos se acercaron a los vacunatorios para que los médicos que se encontraban le dieran rápidamente la receta o el mecanismo que les permitiera ser vacunados en ese día.
No debería ser ya este un problema. El Paraguay debería abrir la vacunación para todos aquellos que lo deseen y no solamente para aquellos que tienen alguna enfermedad de base, ni tampoco las edades, porque hay muchas personas que se anotaron para ser vacunados pero no acudieron a las vacunatorios, lo que demuestra que estamos casi en un 50% de personas que tendrían que estar vacunadas y no están, y ese 50% de no de no vacunado le está privando a otras personas en franjas sectarias menores a que puedan tener la vacuna que les salve de morir por el Covid-19.
Es hora de buscar soluciones de fondo a esta cuestión, abrir para todos sin ningún tipo de restricción y dejar a aquellos que no lo quisieran para una segunda vuelta para persuadirlos y convencerlos del valor que tienen las vacunas.