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Unos 120 obreros temen quedar sin empleo en Carapeguá

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Dedican sus días al trabajo de procesamiento de cuero. La mayoría de ellos, se trasladan de Carapeguá a Paraguarí para realizar sus labores ya sea en las áreas de máquinas, planta o seguridad.

Mantienen a sus familias con lo que ganan sin haber tenido que migrar a la capital del país. Son unos 120 trabajadores de la empresa Durli Leathers SA cuyos cueros llegan a China, India, EEUU y Europa.

En el límite entre Paraguarí y Carapeguá, la transnacional invirtió unos 15 millones de dólares para el funcionamiento de una procesadora de cueros que aporta un valor mensual de G. 550.000.000 entre sueldos compras y servicios.

Esta empresa, se encuentra permanentemente monitoreada por las autoridades ambientales tras denuncias de supuesta contaminación del arroyo Caañabé. Sin embargo, las pruebas realizadas a las tomas de agua del arroyo, han sido verificadas por la INTN y el MADES y las mismas han arrojado resultados dentro del rango de lo establecido por la ley.

No obstante, esta situación genera preocupación en los trabajadores y comerciantes que  dependen directa o indirectamente de la curtiembre. Durli procesa unos 2.500 cueros por día para el Grupo Minerva que los exporta a Europa, China , India , USA.

ÚNICA FUENTE DE TRABAJO

Para Lucía Caballero, del área de giraduría, la instalación de la industria procesadora de cueros significó un cambio total de sus condiciones de vida, “en el interior la vida es muy diferente que en ciudades como la capital u otras zonas de mayor desarrollo y oportunidades, aquí el día a día es duro, acuciante a veces. Acá en la zona no hay fuente de trabajo y la única oportunidad que vemos es emigrar a la capital o como en mi caso, que ya estaba a punto de abandonar mi familia, mi ciudad para irme a buscar mejores condiciones de vida a otro país”.

“UNA CATÁSTROFE PARA MI FAMILIA”

“Desde que yo entré a trabajar aquí mi familia tiene de que vivir, tengo tres hijos y también tengo a mi cargo a mis padres. La verdad que antes mi vida era un suplicio, me resultaba imposible conseguir empleo porque estoy en informconf, tenía que salir a trabajar por casi nada para llevar pan a mi casa”, comentó Hugo González, personal de planta, que junto a varios compañeros cumple su jornada laboral de 8 horas en muy buenas condiciones.

“VOLVERÁN LAS NECESIDADES”

Ismael Santacruz, personal de seguridad, también dio testimonio de como impactó en su vida, el funcionamiento de la planta. “Si la empresa deja de funcionar varias personas volverán a sufrir necesidades como antes, aquí los personales son los que llevan el dinero a los almacenes, surtidores, librerías y otros negocios”, señaló Santacruz.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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