Muchos, especialmente los seguidores de Cartes, mentan la idea de la soberanía para no permitir que desde afuera no se moderen en nuestros excesos y corrupciones.
El argumento de la soberanía funciona cuando un país realmente se vuelve objeto y sujeto de las normas con instituciones sólidas que no dependen de ningún partido o movimiento, que tiene una sociedad que desprecia al corrupto por más de que pueda parecer qué trae empleó a la misma, todas estas cuestiones cuando no existe en el país, no tiene soberanía y no es más que una palabra vacua y sin sentido.
Lo que estamos notando ahora de que, cuando el problema nuestro no es resuelto por nosotros, no tienen que moderar y resolver desde afuera, porque varios de los hechos que se cometen en nuestro territorio, tiene un tremendo impacto en otros países, desde lavado de activos, el terrorismo y otras cuestiones más, en donde los llamados delitos transnacionales hacen que la soberanía siempre sea de relativo concepto en países integrados a través de convenios e instituciones internacionales, nosotros nos sometemos a normas en las que creemos también se moderan otras naciones similares a las nuestras. Para tener una verdadera soberanía hay que limpiar las instituciones y para eso hay que tener un alto concepto del sentido del estado de derecho.