La acción de búsqueda de las vacunas a nivel mundial tiene varias restricciones y el Paraguay ya ha acumulado varios pendientes en ese campo. No haber hecho la tarea correspondiente. Ahora, en la realidad concreta, tenemos disponibles 400 mil dosis de vacuna para una población de 5 millones de base que tendría que ser inoculada.
Lo que tenemos en puertas no se sabe cuándo llegará, definitivamente las quincenas no son para nada seguras y lo que se nota es un absoluto desprecio al nivel de eficacia que tendría que haber guiado los pasos de nuestros administradores.
Ahora que Estados Unidos está vacunando en cantidades importantes y en donde la oferta de vacunas incluso supera a la demanda, deberíamos tener una política exterior orientada a buscar que en el momento en que se libere la mayor cantidad de dosis hacia el mundo, seamos nosotros los primeros en recibir.
Para eso hay que hacer una tarea de política exterior, hay que estar encima de estos propósitos y el Presidente de la República tendría que liberar esta práctica. El hecho de mandar a personajes subalternos de su administración para recordarles a los americanos su compromiso a nivel global, no es de recibo y no tiene el efecto que se debiera.
Ahora, la administración Biden ha dicho a la Organización Mundial del Comercio que se liberen las patentes de las empresas que fabrican vacunas. Con eso se podría fabricar en diferentes lugares del mundo los llamados medicamentos genéricos, aquellos que no tienen la marca respectiva del fabricante.
Eso va a significar una extraordinaria cantidad de ofertas de vacunas a nivel global, y podríamos subir de los 1.000 millones de inoculados que tenemos hasta ahora a un porcentaje mucho mayor para ansiar retornar a la vieja normalidad.
