miércoles, febrero 12

Una religiosa con valores

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Pedir, demandar o exigir algo es un ejercicio natural del ser humano siempre y cuando sea algo justo y la forma de hacerlo sea se adecue a códigos de educación y respeto del demandante a quien lo haga.

Mariann Edgar Budde es la obispa de la Diócesis Episcopal de Washington  quien hizo una petición significativa a su nuevo presidente en los EEUU. En un sermón pide clemencia para migrantes y personas del movimiento LGBT, esto produjo un descontento en el espíritu pdte estadounidense que respondió colérico o “pichado” de forma virtual en su perfil de X, dejando en claro con su incómoda respuesta que perdió en la discusión iniciada por la religiosa que dijo; «Señor presidente: millones han puesto su confianza en usted. Y como usted dijo ayer, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En el nombre de Dios, le pido que tenga misericordia para la gente en nuestro país que ahora tiene miedo». 

El presidente exige a la obispa que se disculpe. El sermón de la reverenda Mariann Edgar Budde, obispo episcopal de Washington DC, fue parte de una ceremonia interreligiosa posterior al Día de la Inauguración en la Catedral Nacional de la capital del país. Trump estuvo sentado en la primera fila junto a la primera dama Melania Trump. 

El presidente dijo que «No fue muy emocionante. No me pareció un buen servicio. Pudieron haberlo hecho mucho mejor», añadió al entrar a la residencia presidencial. Donde vivirá por el tiempo que dure su administración. Y donde tendrá su espacio y comodidades para reflexionar en los compromisos que tiene o hizo para su país que tiene una importante variedad de seres humanos que buscan respuesta a sus necesidades básicas, seguridad, previsibilidad y armonía para sus vidas en la tierra de los orgullosos y valientes. Una donde el mismo presidente debe reunir coraje suficiente.

Las verdades incómodas

Posteriormente, en su plataforma en redes sociales Truth Social, Trump describió a Budde como «una radical de izquierda que odia a Trump» y agregó que la obispa tenía un «tono desagradable» El mandatario señaló que «ella y su iglesia le deben una disculpa al público que escuchó las palabras de la religiosa».Quizás solo sea la primera llamada de atención que tenga el mandatario número 47 de los EE.UU en el tiempo que le tocará administrar y ejecutar acciones para un mejor país para el habitante estadounidense que busca seguir con sus existencias sin incomodidades, molestias o miedo a riesgos contra su integridad o vida.

El sermón causó sorpresa y se convirtió en uno de los temas del día en Washington DC y en el resto del país, pues no es habitual que el presidente de EE.UU enfrente una declaración así. 

Entre otras palabras de la obispa vale rescatar también; “En nombre de nuestro Dios, le pido que tenga piedad de las personas de nuestro país que tienen miedo ahora. Hay niños gais, lesbianas y transexuales en familias demócratas, republicanas e independientes. Algunos temen por sus vidas”, señaló, después de que Trump hubiese firmado el día anterior un decreto en que eliminaba protecciones a la discriminación de los miembros de la comunidad LGTB y señalaba que solo existían “hombre y mujer”.

Sexo masculino y femenino, borrando a las personas trans. “Y las personas que recogen nuestras cosechas y limpian nuestros edificios de oficinas, que trabajan en granjas avícolas y plantas de empacado de carne, que lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales. Puede que no sean ciudadanos ni tengan la documentación adecuada, pero la inmensa mayoría de los inmigrantes no son delincuentes”, señaló con tono calmado, contradiciendo de lleno la demonización xenófoba de los inmigrantes que ha usado Trump durante la campaña.

Presidir lo que sea en ese  país es una cosa de tener pedidos constantes de lo que debe y cómo deba hacer su tarea. No empieza y termina en el “tiempo de oficina” que establezca para ser presidente sino es un empleo de 24 horas los 7 días de la semana literalmente o cómo se dice“24/7” en todos lados por el tiempo que dure la presidencia del país, organización o lo diseñado para que funcione con un presidente, director técnico o administrador de un conjunto de personas que son reunidas por su capacidad, talento y aptitud para hacer posible llegar o alcanzar metas que servirán finalmente a quienes sean parte la comunidad. Y se requiere mucha dosis de misericordia si no quiere terminar mal.