Seguimos hablando desde afuera los paraguayos, en el sentido de decir que debemos hacer mucho más en combatir el lavado de activos y el tráfico de drogas, el terrorismo, porque todas estas cuestiones son relevantes cuando lo dice el Subsecretario de Estado en Washington, pero los nuestros no hacen nada en ese sentido, las sanciones vienen de afuera, los nuestros no son nunca castigados, no hay capacidad de la fiscalía, tampoco importa mucho, están ya procurando sacarla antes de tiempo a la señora Sandra Quiñones, a la que intentaron infructuosamente en cuatro oportunidades hacerle un juicio político, pero no le inmuta, no le pasa absolutamente nada, no le interesa de que realmente estas cuestiones son relevantes en el conjunto de naciones y que demuestran el grado de importancia que tienen estas cosas, sin embargo son irrelevantes para nuestras autoridades judiciales. Pareciera que nos hemos enamorado de la corrupción y de los corruptos y que no queremos permitir que nadie se nos saqué o se nos lleve, porque genera empleo o porque es parte de un movimiento político determinado, mientras la vergüenza no se instale entre nosotros, seguiremos escuchando lo que habría que hacer desde afuera, con alguna tímida sanciones pero no estaremos cambiando esta lógica perversa que nos atrasa y que no se empobrece.
Una lógica que atrasa
