En la banda de 1001-1200, casi en el fondo de la lista, la Universidad Nacional de Asunción fue la única institución paraguaya rankeada en el último análisis internacional de calidad de la formación universitaria elaborado por la consultora QS Quacquarelli Symonds.
En clasificación hecha por la consultora internacional de educación superior, las instituciones se analizan a partir de seis indicadores como, por ejemplo, el desempeño universitario, la reputación académica y empleadora, la proporción de docentes/alumnos y la labor de investigación. La UNA cosechó casi 59 puntos, mientras que la universidad mejor ranqueada, el Instituto de Tecnología de Massachusetts, obtuvo 100.
La elaboración de la reputación académica y de los empleadores se realizó mediante una encuesta a más de 150.000 académicos y 99.000 empleadores. En estos indicadores, la UNA alcanzó el puesto 53 del ránking de empleabilidad de los egresados en la región y el 133 dentro del grupo de universidades latinoamericanas.
UNA “HOJA DE RUTA”
Nadia Czeraniuk, rectora de la Universidad Autónoma de Encarnación (UNAE) y especialista en educación, aclaró que “si sometemos a una evaluación y ranking a nuestras instituciones y organizaciones, la mayoría no tendría una alta valoración. El sistema educativo, público y privado es parte de la sociedad en la que se desarrolla”, aclaró.
No obstante, la experta recalcó que cada ranking toma como referencia factores cualitativos diferentes, así como también diversos métodos para cuantificarlos y analizarlos. “Basan sus calificaciones algunos priorizando más la producción en investigación
que la calidad de la enseñanza, que si bien guardan cierta relación, no son iguales”.
Así, Czeraniuk aclaró que la posición de una institución no es determinante para juzgar su calidad y pertinencia, que están estrechamente relacionados con el contexto, los recursos financieros y humanos y los medios disponibles. “En esto, la comparación de Paraguay con otros países es desfavorable, aunque es necesaria la comparación para saber qué hoja de ruta seguir”, sostuvo.
La rectora señaló que, por ejemplo, en materia del desarrollo de investigaciones la formación superior nacional avanzó mucho en los últimos tiempos con los programas del Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología CONACYT.
“Las oportunidades deben ir creciendo sin dudas, apostando a la formación de investigadores, a la consolidación de los espacios de investigación en las universidades y fondos para el desarrollo de investigaciones especialmente en el ámbito de las universidades. En otros países, el sector empresarial también apoya la financiación de investigaciones-desarrollo-innovación (i+d+i). En Paraguay, nos faltaría una legislación vinculada a las obligaciones tributarias e incentivos, que alienten y empujen a las empresas a invertir en el desarrollo científico, tecnológico e innovador”, refirió.
A su vez, Czeraniuk recalcó la necesidad de una mayor inversión en Educación, en todo el sistema, desde el nivel inicial, mediante una política pública que priorice la inversión en Educación, asegurando el acceso y un proceso de formación con calidad y equidad.
“Se debe consolidar una cultura de responsabilidad y de calidad comprometida con el bienestar social que permita la conciliación familiar-laboral-personal. El sistema social paraguayo es complejo, recordemos que los estudiantes y docentes se ven inmersos en muchas horas de trabajo previas a las horas de ir a las universidades”, concluyó.
LAS MEJORES EN LA REGIÓN
Argentina alberga las tres mejores universidades de América Latina en la métrica
elaborada por QS Quacquarelli Symonds. De hecho, la Universidad de Buenos Aires
se encuentra en el puesto 69 a nivel mundial.
