Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
El tema de la cuestión educativa en el Paraguay sigue siendo postergada. Los números de las evaluaciones son prueba constante y permanente de algo que venimos percibiendo desde hace muchos años. La decadencia de la educación paraguaya en su conjunto.
Ahora estamos observando lo mismo en la educación terciaria, en donde muchos de los estudiantes que ingresan no terminan porque no encuentran atractiva la carrera o es muy costosa y en este momento del debate del arancel cero debido a la Covid por parte de las instituciones educativas superiores a nivel público, debería trasladarse no el eje sobre sobre la gratuidad y la infraestructura, sino sobre la calidad de la educación en general.
La reforma educativa siempre presume de que hizo ingresar a mayor cantidad de alumnos en sus aulas, pero nadie habla sobre la calidad de la educación en estas aulas y en ese sentido llegamos a la conclusión de que se hizo una reforma que en términos numéricos aumentó el número de alumnos, pero no tuvo la capacidad de retenerlos con una educación de calidad, atractiva, ingeniosa, creativa.
En estos tiempos de Covid que hemos pasado podríamos hablar ya del 2020 como un año perdido y mirando las perspectivas del próximo año, podríamos estar enderezados a repetir lo mismo del patrón de conducta de este año. Es el tiempo de mirar la calidad de la educación como el centro y razón que debería alentar a los administradores de turno.