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Las dudas de la Corte Suprema de Justicia y sus disposiciones son cada vez más graves, después de haber dicho que los marinos jubilados podrán cobrar los aportes que tuvieron durante el tiempo que estuvieron dentro del sistema activo del IPS, ahora un Tribunal de Apelaciones, de menor rango, deja sin efecto la decisión de la Corte y al mismo tiempo, esta misma Corte deja sin efecto una Ley ante la cual se levanta en inconstitucionalidad, especialmente cuando se trata del gasto de recursos públicos en tiempos de pandemia.
La Corte se encuentra absolutamente perdida y desconcertada, no sólo que sus disposiciones están puestas en entredicho por tribunales inferiores, sino que también se alzan contra normas absolutamente racionales y necesarias para mantener las condiciones financieras del Estado en este momento.
Alguien le tiene que poner algo de cordura a ese cuerpo colegiado de nueve miembros que nos cuesta tanto dinero y que nos ha dado tan pocas satisfacciones a la democracia durante todo este tiempo.
Seguir jugando a imponer una posición de poder o a gastar recursos, o a que sus disposiciones no sean comprendidas, entendidas ni aplicadas por nadie, nos demuestra que el Estado de Derecho se encuentra gravemente sacudido por este tipo de comportamientos.