El Presidente de la República, en Naciones Unidas para despedirse, fue en la primera oportunidad cuando asumió y ahora lo hace mucho más llevado por una cuestión turística que por una cuestión de carácter político. El Presidente de la República del Paraguay, Mario Abdo Benítez, repetirá los mismos conceptos que han venido repitiendo los presidentes cada vez que han tenido la oportunidad de ocupar ese foro en Nueva York, estará diciendo que vamos a luchar para terminar con la pobreza, que con las injusticias globales que tenemos en materia de comercio no se puede aguantar, y posteriormente, irá a un restaurante neoyorquino para posteriormente regresar al Paraguay. Nada que realmente sea de conveniencia para nuestro país fuera de la vanidad del presidente, alguna fotografía de ocasión que guarde en su álbum para mostrárselo a sus nietos alguna vez.
El Paraguay tiene que tener una agenda de política exterior y aprovechar estos foros y estas oportunidades para reforzar aquello que hace parte de nuestra agenda en relación con el mundo, una forma de descrédito de la propia Naciones Unidas, es la cantidad de oradores, presidentes, que pasan por su foro sin ninguna trascendencia real, simplemente habría que mirar la cantidad de personas que asisten cada vez que habla uno de ellos, para darse cuenta de la irrelevancia de ese viaje.
