El domingo me sirvió para conocer una localidad de menos de dos mil almas que viven frente a Asunción y que se la conoce como Chaco i. Fui al onomástico de un amigo extranjero que decide dejar su vida “aburrida” inglesa para encontrar en el Paraguay el color, aroma y sabor que su país quizás no le brinda.
Chaco’i es una ciudad muy cercana a la capital paraguaya y que fue fundada por Carlos Antonio Lopez y hoy es nuevo distrito y cambió de nombre: Nueva Asunción. Es una pequeña comunidad ligada al Río Paraguay y con un potencial de desarrollo no abordado sino que sobrevive en una realidad que lo está destruyendo y “ahogando” por las crecidas que van desdibujando conocidos lugares cómo parques, casas particulares y vías de tránsito vehicular. La última del 2017 superó los dos metros y sus efectos están marcados en los troncos de los árboles de la ciudad.
Es una vida de precariedades en todo sentido. Carecen de acceso en forma de empedrados o asfaltado desde el asfaltado que conduce a Nanawa. Aunque quede cerca del nuevo puente que unirá ambas regiones del Paraguay cuando los autos necesitan de combustible fósil para moverse deben ir hasta Nanawa donde la oferta de combustible argentino ingresado de contrabando se vende a menos de 7 mil guaraníes cuando en las gasolineras nuestras superan los 10 mil del mejor diesel. Una de las primeras experiencias desagradables que tuvimos viajando con nuestro automóvil fue no encontrar una gasolinera, estación de servicio o “surtidor” abierto un domingo a la tarde.
A medida que el tiempo pasa se está conectando cada vez más al “pequeño Chaco” o Chaco’i por la construcción de nuevos caminos que podrán ser usados por el poblador de esta ciudad o por extranjeros de la misma que deseen llegar a la misma en la dirección hacia la frontera. Pero si no se levantan costaneras altas que impidan el ingreso de las aguas nada cambiará para ellos y los muchos que han comprado terrenos movidos por las posibilidades que se abren con el nuevo puente que lleva casi 80% de ejecución.
Un pueblo aislado y alejado de la urbanidad y todo lo que vuelve más cómodo vidas acostumbradas a estar con internet, luz, agua y servicios básicos que habitualmente no son encontrados en lugares muy separados de ciudades donde se desarrollan otro tipo de trabajos, códigos y hasta vidas. Mirando a Asunción a 20 minutos en balsa y casi una hora en automóvil del centro asunceno a través de Mariano Roque Alonso.
Muchas tareas por delante
Hay muchas cosas por hacer en Nueva Asunción, los corruptos son más y han tomado el control político del nuevo distrito que no debería haber sido establecido ya que no tiene 10 mil habitantes como manda la ley. Se sumaron gente traída de afuera para darle viso legal y poder político a los capitostes de la zona que lo manejan todo a platazo limpio.
Chaco i o ahora Nueva Asunción es una metáfora del país que somos. Injusto, pobre, inequitativo y con gran corrupción. Esta pequeña comunidad en la región occidental debe ser un capítulo que nos toca cuidar, recuperar y promover entre nosotros.
Es un lugar para mostrar compromiso y responsabilidad con la cosa pública. Y debe ser un lugar a visitar por parte de los asuncenos para conocer más nuestra larga tarea ciudadana de mejorar las condiciones de vida de miles que entre ellos viven en Chaco i en condiciones realmente dramáticas. La gente con todo tiene expectativas de mejorar su condición solo que nadie los atiende como debería.
Quizás con el puente a concluir sea un momento que alcance el desarrollo para esta olvidada región de nuestro país. El viaje a Chaco y fue para mi una travesía por la tarea que nos debemos como paraguayos.-