Viajar a dedo, asearse en un arroyo, dormir en comisarías o casas desconocidas, en cada viaje Juanjo Jirasek conoce nuevas personas y gracias a la amabilidad que le caracteriza al paraguayo, con 23 años recorrió desde los típicos puntos turísticos hasta lugares poco conocidos.
A Juanjo le es más fácil mencionar los destinos que aún no visitó. “Capitán Bado, Itanará, Paso de Patria, Saltos del Guairá, San Pedro y Alto Chaco, el resto ya llegué a recorrer a dedo, en vehículo o en bici”, enumera Juanjo, quién además de mochilero es diseñador gráfico y fotógrafo.
Lo que lo impulsó a iniciar esta desafiante aventura fueron sus ganas de viajar pero por los altos costos que tiene hacer turismo interno decidió cargar su mochila y emprender viaje. Al principio le costó. “Cuando empecé a mochilear tenía mucho miedo, porque yo era una persona que tenía que saber cada plan, como se iba a desarrollar cada evento, nada podía ser improvisado, pero aprendí a adaptarme a las cosas sobre la marcha”, comenta.
Lleva casi 7 años siendo mochilero, además de Paraguay pudo conocer parte de Brasil y Argentina, en la zona de Misiones, “un lugar encantador pero por falta de tiempo no pude salir aún mucho”, señala.
Buena compañía
Para todo viajero es indispensable una mochila cargada con elementos indispensables, un abrelatas, linterna, cuchillo, botellas de agua, toalla, ropa extra, sombrero, alimentos que puedan conservarse entre altas temperaturas, y por sobre todo predisposición para enfrentarse a situaciones inesperadas. Así también, el viaje es más divertido si se hace con una buena compañía, Juanjo sostiene que lo importante es siempre la dupla, “que sea alguien que ayude, que no se canse o mejor dicho no sea una carga, estos viajes pueden ser bastantes agotadores”, añade.
Viajar haciendo dedo
A lo largo de estos años, Jirasek viajó gracias a un montón de conductores amables que se prestaron a acercarlo a su destino, como familias, señoras, jóvenes hasta los menos convencionales. “Llegué a viajar en ambulancia, patrulleras, tractores, camiones de gran porte, motocarro, carro fúnebre, vehículos de competencia, diría que en casi todo tipo de vehículo”, manifiesta.
Aseo y descanso exprés
Juanjo explica que en los viaje exprés que hace un sábado y domingo no hay mucho tiempo para pensar en el aseo entonces lo hace recién al volver a casa. Cuando los viajes son más largos tiende a buscar algún arroyo o estación de servicio para mantenerse limpio. A la hora de dormir, cuando el viaje pasa más de 4 días instala su camping por la noche o busca hospedaje en alguna casa donde se hizo conocido, comisarías u hostales para hacer más cómoda su estadía.
Planes a futuro
Lo que resta del año planea visitar Itanará, Ypejhú, Tavaí, la zona de Cedrales y recorrer mejor el departamento de Amambay en busca de saltos.
Actualmente organizan viajes internos a lugares donde la mayoría no puede llegar con la agencia de turismo Jaha, en el que preparan un tour completo con seguridad, comida y diversión para pasar un fin de semana diferente.
El mayor sueño viajero de Juanjo es el de recorrer por meses la gran Amazonia. “Es un gran desafío para mí, llegar ahí y permanecer en el centro de la mayor selva tropical del mundo es un reto enorme y un gran sueño, espero encontrarme con todo tipo de situaciones que me prueben y conecten con la naturaleza”, resalta.
Adrenalina pura
Salieron un viernes a las 21 horas y retornaron a Asunción para el domingo a las 22 horas. Con un grupo de mochileros decidieron adentrarse a Pedro Juan Caballero, a una zona que no conocían y que en el pasado fue campamento de grupos terroristas como el ACA y EPP. Se perdieron varias veces, caminaron kilómetros bajo el sol, cocinaron un gran guiso en medio del bosque pero con la ayuda de amables lugareños encontraron el salto que estaban buscando. Juanjo explica que la zona era tan virgen que vieron monos salvajes por todos lados.
Lo bueno y malo de hacer turismo interno
El viajero sostiene que lo más lindo de viajar como mochilero es conocer a nuevas personas. “Es impresionante toda la ayuda cálida que recibí en todos estos años, no importa en qué pueblo me encuentre, la gente en su mayoría te ayuda y te da más de lo que tienen”. En cuanto a lo malo de viajar por el interior indica que el problema viene de arriba, las autoridades pertinentes no organizan el sector turístico como debería ser lo que hace difícil para las personas elegir hacer turismo en el interior. Además, sostiene que solo se centran en lugares ya conocidos como San Bernardino o la playa San José y se olvidan de los miles de saltos y cerros que aún tiene el Paraguay.
Por último, Juanjo deja una reflexión de acuerdo a su experiencia siendo turista en su país: “Internet no tiene todo, no crean el cuento de que es peligroso el interior, fuera de Asunción la seguridad es muchísimo mejor, lo que más vas a amar de tu país no son los sitios turísticos, sino su gente, porque es gigantesco el noble corazón de las personas”.
“No importa en qué pueblo me encuentre, la gente en su mayoría te ayuda y te da más de lo que tienen”. Juan José Jirasek. Viajero
DATO 1:En su cuenta de Instagram Jirasek.art postea las fotos que saca en sus viajes.
DATO 2: El tío de Juanjo, Christian Jirasek, fue el primer alpinista paraguayo en llegar al Aconcagua.
DATO 3: Este año conoció al menos 20 lugares nuevos y ya tiene planeado visitar otros más antes de que termine el 2019