La guerra de Putin en Ucrania impacta globalmente y fuera de él incluso. La estación espacial conformada por norteamericanos y rusos vive un particular momento de incertidumbre
Según informes recientes no solo en Rusia o Ucrania el termómetro marca 3 grados bajo cero y no es el único lugar donde las temperaturas congelan los espacios y hasta vidas de sus habitantes. Ahora también en un lugar bastante lejos del planeta también se han congelado las actividades y no tanto por una directa presencia de soldados que invaden y atacan a civiles inocentes por capricho particular de su jefe sino porque no se sabe que puede pasar cómo consecuencia del conflicto. Es lo que pasa en ExoMars, ISS. la estación espacial compartida por rusos y americanos que han decidido suspender actividades
Muchas otras actividades espaciales y terráqueas pasan las mismas condiciones climáticas y ya se encuentran paralizadas. Putin ha decidido hacer o destruir, donde no se ven hasta ahora combates sino solo gente que emigra de su país que ya suman más de 5 millones de personas que han dejado Ucrania, un territorio soberano e independiente desde 1991, 31 años, o hace más de una generación.
En el cielo y en la tierra
Importa poco la bandera particular que enarbolamos ante un gobierno cómo el de Putin que ataca inmisericordemente contra millones de seres humanos. Lo que pasa en el espacio es solo la continuación de lo que acontece en la tierra.
Putin ataca a Ucrania para evitar que la OTAN la acepte para que forme parte de esta organización que tiene cómo fin garantizar la libertad y la seguridad de sus miembros a través de medios políticos y militares. Putin, quien está decidido a establecer su agenda cortando y congelando el ritmo de las vidas de ucranianos que ahora se suman a lo que en el espacio también se han aplazado por las amenazas que han recibido las bases desde donde despegarán los vuelos del lanzador ruso Soyuz en Kourou que ahora se pospondrán.
