Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Nuestros niños de las escuelas públicas han retornado a las actividades en el día de hoy, en medio del gran desconcierto que esto supone en un país que ya tenía serias dificultades para enseñar de modo normal y todavía tiene más dificultades cuando se trata de usar la tecnología o enseñar a distancia como han procurado las autoridades ministeriales ante una circunstancia de este tipo y este problema de maestros no preparados para lidiar con la tecnología no es solamente nuestro, se da en varios países que han dejado que la educación no se desarrollara a la par de las nuevas demandas y menos tuviera recursos y voluntad para estar buscando métodos alternativos de carácter experimental.
La llamada educación a la distancia la tiene Australia desde hace mucho tiempo, y por una cuestión muy sencilla, las grandes distancias que existen de una ciudad a otra y la distancia que separa a muchos niños de los centros de enseñanza.
Nosotros tendríamos que haber repensado esta cuestión, no tendríamos que haber decidido cerrar las aulas por completo, tendríamos que haber cambiado dentro de la misma plataforma, no en aglomeración en aulas, pero sí distribuyendo niños en grupos pequeños que permitan el proceso de aprendizaje dentro de la estructura “normal” o conocida, pero con efectos mucho más positivos que la cuestión actual, en donde no sabemos ni lo que se enseña, ni lo que se aprende, y vamos camino a calificar el 2020 como un año más perdido en la educación paraguaya.
Foto: Cortesía de Marcial Díaz de Juntos por la Educación