Comentario 3×3
Se acaba el aciago año escolar 2020 que quedará en el recuerdo como la exhibición más impúdica de todas las dificultades que ha tenido el proceso educativo paraguayo a lo largo de estas más de tres décadas en democracia.
Si el peor aporte de la dictadura de Stroessner es haber sido cómplice de la desinversión más grande que haya tenido la educación en un país latinoamericano, 1 % anual durante 35 años, el triple de esos recursos durante la democracia no ha sido suficiente para sacarnos de encima, la pregunta que siempre se hacen muchos es si existe verdaderamente un ánimo conspirativo de los gobernantes en contra de su pueblo, darles una pobre educación de manera tal que no puedan cuestionar las decisiones que toman, no tengan conciencia, no se puedan montar una idea sobre una cuestión determinada y expresar un criterio juicioso y consiguientemente, sepan elegir mejor cuando van a votar.
Mucha gente cree que es parte de una conspiración que viene de afuera y se consolida con los gobiernos locales, y cuando uno mira las cifras y lo que dicen los jóvenes en esta finalización del período escolar, pareciera ser que dicha compilación torna en realidad y en hechos concretos, la mejor egresada del Colegio Nacional de la capital dijo que realmente no aprendieron nada durante el 2020 y lo dijo frente al ministro Petta para que pudiera escucharlo y para que no afirmara el secretario de Estado de que existe una conspiración en contra suya. Lo dijo la mejor egresada del principal colegio de secundaria de la República del Paraguay.
Nos imaginamos lo que debe ser en otros colegios y escuelas donde los niveles de exigencia son menores. Definitivamente debemos repetirle al ministro Petta y al presidente Abdo, quien lo nombró en el cargo, de que realmente este ha sido un año fracasado para la educación paraguaya
