No hay vida feliz segura y previsible sin buena salud, de eso habló hace poco el dr. Miguel Angel Velazquez o dr. Mime en el Univerano 2022 organizado por la Fundación Libre, donde indicaba que lo más urgente para dar un buen servicio y atención a la salud paraguaya, ser más previsibles y adelantarse a los problemas que presentan nuestros hospitales públicos carentes de recursos técnicos y hasta humanos lo suficientemente preparados.
El drama de caer enfermo
Visitando lugares cómo el IPS o algún hospital público es posible ver la acumulación de pendientes en torno a este tema que no se aprovechó la pandemia para resolverlo o por lo menos empezar a verlo desde otra perspectiva. Los jubilados que son las personas que tienen una salud depende exclusivamente de sus seguros médicos o de salud son un parte débil de todo este esquema. Han pagado mucho durante toda su vida laboral y luego deben mendigar atención en el IPS. El problema es viejo pero la realidad es siempre nueva. En un país europeo las cosas son distintas. En Francia, a pesar de su tecnicismo, el debate sobre el financiamiento de la protección social debe estar en el centro de la campaña presidencial, porque se refiere al poder adquisitivo de los hogares y la salud pública.
En este país europeo personas de 65 años y más son el 19,82% de la población (hombres 5.781.410 y 7.569.011 mujeres), lo que tiene un peso importante para la agenda de candidaturas a la presidencia francesa prevista para el 24 de abril. Macron buscará su reelección en un país que hizo de la seguridad social y de la salud el eje central de su relación con sus mandantes. Nosotros estamos muy lejos de todo esto. La salud no es más que mencionada de paso por nuestros políticos y hemos perdido tiempo y vidas en ese proceso.
Aquí hay que mendigar medicamentos y atención en los hospitales de la seguridad social y en los los públicos se cambian autoridades por luchas electorales y todo el personal está dependiente del resultado de las mismas. Muy mal y esto debe cambiar.