Comentario 3×3
No se puede ir contra la transparencia. Es una afirmación reiterada en términos de los asuntos públicos. Sin embargo, en el Paraguay, el ex presidente Nicanor Duarte Frutos, actual titular de la Entidad Binacional de Yacyretá del lado paraguayo, trajo a su par argentino al Palacio de López y lo hizo exponer ante la prensa paraguaya, afirmando que los recursos generados por la hidroeléctrica para gastos sociales no deberían ingresar al presupuesto, ya que la entidad hidroeléctrica de Yacyretá es de convenio internacional y que no cae bajo los dictados de la norma, pero sí cae, y hay que recordarle a Duarte Frutos bajo el mandato de la Constitución.
Eso significa que si la Constitución afirma que Yacyretá es la mitad del Estado paraguayo, no hay convenio que pueda interpretar de manera distinta a esa afirmación. Yacyretá le debe al Paraguay el 50 % de esos recursos utilizados para provecho de carácter general y no para lucimiento ni vanidad de sus titulares de ocasión, y menos aún como una caja paralela del Presidente de la República para propósitos innobles y nada transparentes.
Se acabó el tiempo de la opacidad. Es el tiempo de la claridad, y Yacyretá debe ser un ejemplo de cómo se usan los recursos en provecho de la gente y no para crear y construir una clientela político-partidaria, y menos aún para dilapidar en forma de corrupción reiterada y constante.