@peztresojos – Emprendedor y Comunicador Social
Protagonizada por Morgan Freeman y Tim Robbins, la película «Sueños de Libertad» (The Shawshank Redemption en inglés) estrenada en 1994 ha sido una de las mejores evaluadas por Internet Movie Data Base (IMDB) en su género. El tiempo la ha convertido en una película de culto y hasta hoy sigue inspirando a otras interpretaciones. Al ver un túnel en la tierra, uno no puede evitar evocar recuerdos de la emotiva cinta, aunque en éste caso el túnel dejó escapar una evidencia más de la corrupción estructural que somete a nuestro país. Fugas de éstas proporciones solamente nacen en Hollywood o en Estados Estados consumidos por el narcotráfico y la corrupción. Nuestro caso está muy distante de Hollywood y limitarnos solamente a la incompetencia de nuestros representantes es presentar una visión simplista. No quiero limitarme a creer que mas de 50 personas que trabajan en una penitenciaría son tan inoperantes que a ninguno le levanta una leve sospecha la construcción de un túnel de adentro para afuera de la cárcel, con todo debajo de sus narices.
Sí, son inoperantes obviamente, pero sumemos los factores de corrupción, la nula seguridad ofrecida al personal penitenciario y el crecimiento vertiginoso de éstos grupos criminales y la presión que generan sobre el sistema. Mucho se supuso y opinó sobre el tema, donde existen muchos partidarios de que la solución es invertir en infraestructura tecnológica como cámaras y sensores de mmovimiento. Claro que la tecnología ayuda y es necesaria, pero no olvidemos que la misma es manejada por seres humanos corruptibles, es parte de la solución, pero no la solución. Construir los pasos hacia un saneamiento de la instituciones es la única esperanza que tenemos para revertir éste camino a convertirnos en un país que genera insumos para seres de Netflix sobre drogas, corrupción y bandas criminales.