jueves, septiembre 18

Siete palabras desgastadas de la política

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Por: Guadalupe Robles, historiador mexicano

  1. Pueblo. Todo político habla en su nombre. Dizque todo lo que emana del pueblo es sabiduría y buenas decisiones. El pueblo es bueno, sabio y puro, grita el político populista. Pero el pueblo se deja seducir. Se deja halagar. Se cree todas las maravillas que dicen de él. El pueblo tarda en echar del poder a los que le fallan. El pueblo está eligiendo a políticos desquiciados, que a la primera le dan la espalda. El pueblo es un concepto que se ha desgastado.Es una palabra que ayuda a justificar decisiones absurdas y a veces reprobables.
  2. La democracia es todo y es nada a la vez. Sirve para todos los discursos en todas las ideologías. Es parte de la receta para imponer intereses, aunque es el mejor sistema inventado por el hombre para organizarse y respetar derechos. Pero es una tentación constante para manipularla. Para torcerla y hablar en su nombre desde los más variados intereses.
  3. Todo político, gobierno o partido, se dice transparente. Es un término que se interpreta a la conveniencia de quien tiene el poder. Es un recurso discursivo indispensable. Sirve para limpiar las dudas de posibles corrupciones. El término de transparencia es como una vacuna: ayuda, según el político, a generar inmunidad y anticuerpos a las tentaciones corruptas. A este concepto se le suele añadir la pomposa expresión de “rendición de cuentas”.
  4. Ciudadanía. Se supone que la ciudadanía es el pueblo consciente de sus derechos y obligaciones. Es una palabra que se repite en la conversación política y la queja ciudadana. La ciudadanía es la cara del pueblo informado y participante. Es a la que se le brindan más consideraciones y explicaciones desde el poder. Pero igual es un término que termina en el limbo de la política.
  5. Política. La política sirve para tres cosas fundamentales: la primera para organizarnos y vivir la vida en comunidad; la segunda para que unos pocos nos gobiernen a muchos y la tercera para echarle la culpa de todo lo que no nos sale bien. La política es un término múltiple en interpretaciones. Pocas veces razonamos qué es la política y para qué sirve. Se suele catalogar como una actividad siempre cuestionable.
  6. Nada por encima de la ley, dice la vieja letanía política. Pero el trecho entre el país real y el país legal es enorme. Hay una lucha histórica por la interpretación de la ley y también por su acatamiento. Es un juego para ver quien gana y quien pierde con su desobediencia. Todos quieren que se aplique implacablemente la ley en el de enfrente. Pero que la ley sea flexible y tolerante para con uno mismo. Bien lo resume el dicho popular: ““aplíquese la ley, pero en los bueyes de mi compadre”
  7. La vida es injusta. El mundo es injusto. La política es injusta. Pareciera que todo es injusto. ¿Entonces qué es la justicia desde la política? Es un valor que frecuentemente se tambalea, porque la política no siempre logra que a cada uno se le dé lo que le corresponde. La justicia es uno de los retos más grandes de la política. También uno de sus fracasos.