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Siete cosas que siempre se dicen en las elecciones

  1. Las campañas no prenden. Esta frase no puede faltar en una elección. Quiere decir que los candidatos y sus partidos no logran atraer el interés de los electores, sobre todo al principio de la contienda. Y es que la gente tiene mucho en qué pensar: cómo pagar sus deudas, no perder el trabajo y hasta como sobrevivir. Los candidatos lo deben entender. Hay muchas cosas en la vida cotidiana de un ciudadano que le preocupan más que una elección.  
  2. Esta elección es inédita. Ninguna elección es igual. Obvio. A pesar de que hay un piso de similitudes, cada campaña tiene sus propias características. Simplemente porque los contextos cambian. Hay nuevas realidades de una elección a otra. Y el electorado generalmente se divierte escondiendo su decisión final frente a la urna. Entonces, una elección siempre será inédita. Además, se dice esto cuando aún no ha pasado. 
  3. Hay algo que no dicen las encuestas. Creer o no creer en las encuestas, ahí está el dilema, parafraseando al clásico. Las encuestas no tienen la culpa de que la gente a veces esconda la verdad. Que se divierta. O que conteste por fastidio o emoción. O sólo lo que se le viene a la mente en ese momento. Siempre habrá algo que oculten las encuestas: las indecisiones propias del ser humano.
  4. Esta es una elección de Estado. Una frase, también infaltable.  Acusa a los gobiernos que ponen a disposición de su partido -abierta o de manera soterrada- los recursos humanos, materiales y presupuestales para que puedan ganar la elección. Sucede en todas las democracias, aunque hay algunos gobiernos que rozan el cinismo. A pesar de ello, a veces, los resultados les son adversos. La democracia, pero sobre todo la decisión de la gente, genera anticuerpos para esta práctica.
  5. No hay por cual votar. Generalmente los candidatos no dan gusto a todos. El electorado no es tan fácil de convencer. Exige virtudes supremas a sus candidatos. Los califica y los ignora. Los critica con vehemencia y rigidez. La gente les pide que sean honestos, inteligentes y simpáticos. Que sepan hablar con emoción y sean sinceros. Ante tal exigencia, no es extraño que se diga que no hay por quién votar. 
  6. El pueblo no se equivoca. Es la frase favorita de los demagogos. Y al pueblo le gustan que le digan eso. Pero la verdad es que el pueblo de vez en cuando se distrae y elige a quien no debiera. Pero que no se dramatice esto, ¿quien en la vida no se equivoca al elegir?  La democracia tendrá muchos defectos, pero brinda oportunidades de corregir errores.
  7. La verdadera encuesta son los votos. Pues sí. Es la encuesta inapelable y a veces da sorpresas a las encuestas y a quienes creyeron en ellas. Y es que parece sencillo, pero nadie está seguro de nada, hasta que el pueblo ha votado. Entonces sí, los analistas políticos dirán que acertaron. Como siempre, nunca fallan. ¿Nunca?
Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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