- El gabinete es su decisión crucial. Usted pudo ser un gran candidato y antes, un gran funcionario público. Podrá tener mucha experiencia en la política y en la administración, pero sepa que el nombramiento de su gabinete es su primera gran prueba: el inicio de un buen gobierno o un mal viaje. No siempre se tiene la libertad para elegir un gabinete, pues una elección no se gana en solitario. Son muchos los que contribuyen al triunfo y con quienes hay que repartir el gobierno. El nombramiento del gabinete es la primera decisión clave cuando se llega al poder. Tal vez la más importante.
- Tome su decisión final en soledad. Usted escuchó ya bastante. Ya le hicieron muchas peticiones. Escuchó y sintió ruegos soterrados. Leyó y vio filtraciones en los medios y las redes sociales, de quienes pretenden ser. Usted reflexionó sobre los posibles elegidos, una y otra vez. Ya tiene pues, suficiente información. Pero hay decisiones finales que se toman en soledad: la elección del gabinete es una de ellas. Hay que buscar el espacio y escribir la lista a mano, de quienes le acompañarán al inicio de su travesía.
- Escoja a los más capaces. ¿Quiénes son los más capaces? ¿Cómo concibe la capacidad quien toma decisiones? ¿Cómo se mide la capacidad? Estas son algunas preguntas que el decisor debe contestarse. En política es fundamental la experiencia, el conocimiento técnico y la habilidad política, virtudes que no siempre se encuentran en una sola persona. Hay, sin embargo, quienes sus carencias las suplantan con otras virtudes. Valórelo bien. Recuerde que hay cargos en los que, por su importancia, no hay tiempo para ir a aprender.
- Evite a los improvisados. El gobierno es una cosa seria. No se puede jugar con la improvisación. Cada error que cometa un colaborador suyo, será imputado a usted. Y a veces hay consecuencias irreversibles con las malas decisiones en el gobierno. Las administraciones públicas suelen ser espacios para gente probada. Si bien, es importante dar oportunidad a nuevos perfiles, hay que buscar que éstos, al menos, tengan sensatez y sentido común.
- Cumpla solo con las cuotas indispensables. Aunque se diga que usted tendrá toda la libertad para elegir, la realidad le dirá otras cosas. Toda persona que llega al poder, tiene que cumplir con cuotas de poder o con compromisos adquiridos en campaña: lo tiene que hacer inevitablemente. Es parte de la política. Pero siempre hay que dejar un espacio para los suyos, sobre todo en los cargos de mayor relevancia. No se vaya de paso cumpliendo compromisos, o no gobernará usted.
- Cuide los equilibrios. Luego de la campaña, empieza otra guerra: la que se da al interior de su propio partido. De su propio equipo. Usted tiene que imponerse, cuidando los equilibrios de todos los grupos. No se cargue de más, hacia alguno de ellos. Varíe los perfiles: moderados y frenéticos. Técnicos y políticos de tierra. Haga que se sientan representados todos. Ah, pero siempre imponga a los suyos de manera mayoritaria. Recuerde que es su gobierno.
- Trate a los amigos, sólo como amigos. El gobierno no es un club. Muchos amigos del político se sienten con el derecho de pertenecer al gabinete, sólo por el hecho de ser amigos. No. El gobierno no es un asunto de amistad, y no es patrimonio personal de nadie. Si los amigos son realmente amigos, le deben dejar elegir en libertad.