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Siete consejos al cuarto de guerra del candidato

  1. Afine su cuarto de guerra. El cuarto de guerra es un equipo reducido de expertos. Es el centro estratégico de planificación, acción y reacción inmediata de una campaña. Es el encargado de dirigir el plan general. Se encarga también, de monitorear el entorno. El cuarto de guerra tiene que alcanzar a ver lo que otros no ven. Una lucha electoral, es pasión, entusiasmo y voluntarismo. Los integrantes del cuarto de guerra deben ser ajenos a estos sentimientos. Hay que afinarlo bien, sobre todo antes de la elección. 
  2. Revise su día D. El día D, es el día en que se llevan a cabo las elecciones. Y ahí no hay mañana. Lo que se deja de hacer, no se puede hacer ya. No tiene remedio. Las elecciones se ganan en el terreno. Es decir, en la tierra. Mucho ayuda el marketing, un buen manejo de redes y ganar debates. Pero, sobre todo, la gente tiene que ir a votar y para quienes conocen de elecciones, hay que ayudar y motivar a que eso suceda. El día D es la puesta en marcha de toda la logística y estrategia electoral. En unas cuantas horas, todo lo planeado se debe cumplir. 
  3. Sepa leer las encuestas. Las encuestas no son votos. Sirven como estrategias electorales, pero nadie se puede confiar en las encuestas. La historia electoral está llena de sorpresas. Las encuestas, así como aciertan, fallan. Finalmente, las tendencias se tienen que traducir en votos el día de la elección. No se equivoque con su lectura de las encuestas. Una cosa es la opinión de la gente y otra es la votación en las urnas. 
  4. Realicen un simulacro. Muchos en el partido dirán que todo está listo. Que la logística no puede ser mejor. Pero del relato a la realidad puede haber un trecho. Haga un simulacro de movilización unos días antes de la elección. Corrobore con una muestra, lo que le aseguran los estrategas electorales. Es muy probable que no todo esté afinado. Entonces detecte las fallas y corrija.
  5. Revise sus números. Los números son fríos y no tienen ideologías ni pasiones. Sepa interpretarlos. Vaya a las elecciones pasadas. Vea las victorias y derrotas históricas del partido. Sepa que la campaña, las redes sociales y las percepciones, a veces se contraponen con los números. 
  6. No descarte la intuición. No todo son números ni pensamiento lógico. La vida y las elecciones son mucho más que eso. La política es un arte que sabe advertir lo que viene, más allá de los datos. Tiene que haber olfato e instinto en las decisiones del cuarto de guerra. 
  7. Cada elección trae una sorpresa. En una contienda electoral, siempre llega algo que nadie advirtió. No hay resultados inevitables. La naturaleza humana encuentra uno de sus momentos de prueba a la hora de votar. El votar, no siempre -o casi nunca-, es un ejercicio racional. Nunca descarte las sorpresas.
Guadalupe Robles
Guadalupe Robles
Gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Debate. Politólogo por la UAM. Doctor en Derecho de la Información. Profesor-Investigador. Lector disperso.

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