La precarización del servicio público paraguayo ha sido permanente y constante en democracia. En vez de tomar la decisión de mejorarlos, lo que hemos visto en todo este tiempo es una degradación aún mayor con una demanda también similar.
Tenemos todas las mañanas en días de lluvias e incluso en días que no cae ningún tipo de lluvia o tormenta. Cortes de energía eléctrica, corte de suministros de agua potable, servicio de transporte público que no cumple sus horarios, internet que no funciona; todo se vuelve muy precario al vivir en Paraguay.
Un partido político que le promete a la gente dejar su condición miserable, de ser alguien permanentemente afectado por este tipo de circunstancia, tendrá el voto mayoritario – entiendo- de una sociedad que se malacostumbró a tener que sufrir y padecer de forma reiterada esta circunstancia.
Esto es tanto, que algunos presumen haberse comprado generadores movidos a combustible fósil como un gran logro cuando es una gran vergüenza que el país que tiene el per cápita hidroenergético más grande del mundo se lamente por no tener dicho servicio en forma ordinaria y tenga que decantarse de nuevo por un producto que utiliza combustible traído de los Emiratos Árabes o del Golfo Pérsico.
Alguna vez los paraguayos tendríamos que organizarnos y sentirnos orgullosos de servicios públicos que realmente funcionan para la gente todo el tiempo y momento.
