Por Santiago Iñaki Fernández Bogado
Es importante y útil ser serios estando en todo espacio donde nos toque trabajar, hacer, vivir o existir. Es triste tener que empezar el día viendo un enlace o titular del periódico donde el nombre de alguien es resaltado en relación a un monto que fue robado por ella o él cuando debió ser usado para otro fin más noble, La pandemia fue lastimosamente una oportunidad para que algunos grupos puedan hacerse de cifras importantes en corrupción, cifras de dinero gravitantes para la salud mientras la población sigue escondida tras sus mascarillas oliendo a alcohol por la limpieza que exigen sus manos para doblar la protección contra el virus fuera de la casa.
Y no es chiste el haber sido contaminado por un virus que termine con tu vida. Una cifra que asusta al verla pero es lo que se informa y habla de miles de muertos en el mundo y más de 1.7 millones de gente infectada, la seriedad de esto llegó al punto de que en Paraguay no se tenga tanto miedo de lo que entre de afuera sino ya de lo que exista dentro del país y exige más cuidado en relación a las actividades hechas en grandes grupos de gente y todo lo que conlleve a exposiciones peligrosas contra el enemigo invisible.
No solo he notado la poca seriedad en el trabajo en Paraguay sino también en los Estados Unidos donde un policía en lo que se esperaba que fuese una intervención de mero trámite terminó por quitar la vida a George Floyd un ciudadano afroamericano. Minnesota es un Estado de Unión Americana donde pasé mis primeros años de vida y tiene una larga tradición de respeto a las libertades y la diversidad. Lamentablemetne todo lo que nos vende el fantástico mundo del cine estadounidense de su policía y seriedad en las esferas de poder ha sido destruido por una mediación irresponsable y mortal. Afortunadamente el agente fue despedido y procesado luego que los minnesotanos quemaran una parte de la ciudad dominados por el furia y el enojo. Nos enteramos a nivel global gracias al video del periodista de CNN que hoy recorre el mundo mostrando la cara fea de un país que tiene tantas buenas cosas que enseñar, pero lastimosamente tuvo que haber sido Floyd la víctima de un escena repugnante que mostró sus últimos segundos de vida cuando se lo escuchaba pidiendo socorro por su vida diciendo fuerte y claro: me ahogo! Así y todo el oficial Derek Chauvin lo asfixiaba mas emulando a un covid humano. Este policía se despide de sus funciones debido a que fue acusado de asesinato por la justicia en Minneapolis, una ciudad que decidió unirse para protestar contra la fuerza que debe brindar seguridad y no abusar de su traje de seres que deben dar seguridad y terminan haciendo mal su función por carecer de seriedad en su acción.
“Mal de otro consuelo de tontos” dice una famosa frase que aparece al hacer comparaciones con otra gente cuando la llamada de atención es a uno. Cada continente tiene su país grande en dimensiones, población y casos de covid. En Sudamérica se encuentra Brasil cuya policía decidió intervenir la propiedad del gobernador de Rio de Janeiro; Wilson Wtzel en el marco de una investigación de un supuesto esquema de desvío de dinero en la construcción de hospitales de campaña por la emergencia del nuevo coronavirus. Desafortunadamente el virus destapa y muestra la verdadera cara de cada país en su maniobra delincuencial que es urgente cambiar para hacer efectiva su función en el puesto que le toque trabajar en el gobierno o función privada. No digo que Paraguay debe ser el ejemplo de un país serio en tiempos de pandemia, pero ya hay muchas ventajas que nos da esa posibilidad de alcanzarlo. Bajo número de muertos e infectados, ser un país con la densidad poblacional más baja de Sudamérica y haber tomado la iniciativa en cuanto a cuarentena y cierre de fronteras y de vuelos. Tengo amigos que al pasar detrás mío y mientras me encuentro escribiendo me dicen; Santi! Otra vez covid? Me tocan la cabeza y dicen; debe haber algo acá arriba que te incomode además del famoso virus; a quienes respondo: se han limpiado la mano y sus tapabocas? Y con su silencio siento que gane la pulseada verbal y continuó mi artículo.
Este tiempo de calma y paz también de pandemia nos sirve para pensar en nuestro entorno y cómo hacerlo eficiente y útil conociendo sus defectos y ajustando los tornillos para hacer que la máquina trabaje sin problemas siempre para el bien de la gente y la democracia. Podemos cambiar si entendemos que nosotros somos los que tenemos el poder y no los que lo administran con uniformes o sin ellos..