Honduras es tan o más corrupto que el Paraguay. Así lo dicen los informes internacionales pero no es frecuente que sus ex presidentes tengan que ser extraditados por delitos a los EEUU. Es lo que pasó la semana pasada con Orlando Hernandez dos veces electo mandatario de ese país centroamericano y ahora en prisión en los EEUU.
Lo que parece ser un estilo de vida para algunos controlando o distribuyendo droga sigue siendo combatido en varios frentes. En Honduras se tomó la decisión de esconder en las profundidades los actos de su primer mandatario: Juan Orlando Hernández quien cuando dejó el cargo fue acusado de vinculación con cárteles de la droga y fue extraditado a EE.UU. por esos delitos. Antes fue capturado y condenado su hermano.
Fin de la inmunidad
Hernandez quien gobernó su país del 2014 al 2022, dejó el cargo el 27 de enero pasado después de dos mandatos como presidente. Ahora cambiará toda la luz, protección y comodidad que tiene un presidente por algo totalmente lo diferente en una condena de por vida que podría salirle. Una posibilidad que puede ser real luego de enfrentar acusaciones de narcotráfico Los fiscales del Distrito Sur de Nueva York lo acusaron de aceptar millones de dólares en sobornos de narcotraficantes violentos a cambio de protección de las fuerzas del orden.
Este hecho que deja claro que el narcotráfico llega a su fin para todo aquel que se crea protegido por poseer suficiente poder y que se creyó inmune a la justicia. Perdió el poder político y dejó de tener la protección que el mismo le da a sus operaciones ilegales.
Estos quizá sean los primeros acontecimientos que dejan en claro que en el mundo cualquier persona involucrada en el narco está bajo el riesgo de ser investigado, capturado y penado por la justicia de su país o de otro cómo el caso de Orlando Hernandez. Un mensaje para muchos ex mandatarios que se creen inmunes a la justicia y que pueden acabar extraditados con chaleco naranja en una prisión americana.