Foto: IP Paraguay
El presidente Joe Biden ha dicho que en el año 2030 el 50% del parque automotor norteamericano será movido a energía eléctrica. Eso significa una mutación extraordinaria y debemos recordar que cada vez que cambia la matriz energética, cambia el mundo.
Paraguay tiene uno de los per cápita hidroenergéticos más grandes e importantes a nivel global, pero no lo utilizamos, al contrario, estamos regalando a nuestro socio Brasil a precio de generación, no a precio de contratación, y menos todavía aprecio de comercialización.
Paraguay genera energía con Brasil a un precio de US$ 8 el megawatts, se contrata a US$ 42, y en territorio brasileño alcanza cifras superiores a US$ 120 el megavatios una vez que llegue a los hogares de los brasileños. Nosotros estamos generando progreso, desarrollo y prosperidad para los brasileños, pero pobreza marginamiento y subdesarrollo a nivel local.
Ahora, con esta campanada de salida de los Estados Unidos, que también va a invertir US$ 60.000 millones en modernizar por completo el sistema ferrocarrilero de Amtrak para pasajeros y cargas, deberíamos estar hace tiempo pensando en cómo nos montamos a ese vagón del desarrollo para generar prosperidad con la hidroenergía en abundancia que tenemos, pero para eso hace falta tener gente apropiada que realmente encuentre un compromiso y una responsabilidad en hacer aquello que tiene que hacerse con los mejores para proponer un gran cambio copernicano en nuestra manera de generación de riqueza sobre la base de energía limpia y renovable.
Estamos sentados sobre una mina de oro que no sabemos cómo aprovecharla. Es el tiempo de los inteligentes, de los comprometidos y de los capaces.
