Se sacudió el cotarro en el Paraguay con el informe filtrado de Seprelad donde figuran los movimientos financieros del expresidente Cartes. Mucho de lo que ahí se pone es ya conocido por varios -pero lógico- no han sido siempre expuestos en esta manera, y menos, conocido con precisión de detalles.
Los abogados y voceros de Cartes se empeñaron en afirmar dos cosas; una que estan sorprendidos porque el informe haya sido filtrado, no dicen que no sea verdad, no se encargan de desacreditar los números y las personas que son referencias en el mismo informe. Posteriormente van a lo siguiente, que todo eso es una persecución política, argumento que dice desde el que roba una gallina hasta el que está metido en el lavado de activos.
La Fiscalía General es la que está apretada en este momento. Cuando no tenían voluntad ni ganas de investigar estas cosas, siempre pretextaba que no tenían datos que pudieran probar la razón de su investigación. Ahora ya no puede decir que carezca de datos y de información, aunque puede darle largas al asunto, y puede acabar en muchos años no encontrando absolutamente nada, que es un sello característico del Ministerio Público.
Lo único que podría cambiar esta ecuación es que el Gobierno de los Estados Unidos diga que se ha violado la Ley RICO de ese país que prohíbe toda acción de los lavadores de activos a través del banco de ese país.
Si llegan a comprobar que Cartes o sus acólitos limpiaron dinero a través de los bancos norteamericanos, la cuestión puede complicarse de manera severa al expresidente y puede ser solicitado para dar explicaciones en los Estados Unidos, yendo hacia un proceso de extradición en consecuencia.
Esas son las maneras en que están planteadas las cosas en este momento. Veremos hacia dónde se mueven a partir de estos argumentos y estos elementos, pero por la manera en que reaccionó el presidente Abdo en la semana anterior a este tema, parece ser que tienen un respaldo muy superior a lo que suelen darle las instituciones en el país.
