miércoles, diciembre 18, 2024
35.2 C
Asunción

Se puede, si se quiere

Muchas veces al ver el título de un club, liga, centro académico, país o cultura nos preguntamos si podríamos llegar allí algún día. Entre esos lugares se encuentran Harvard, Oxford o la liga de campeones. Una argentina de nombre Nía Robles del Pino, hija de migrantes peruanos radicados en Argentina, que egresó del Colegio Nacional de Buenos Aires ahora con 23 años va a Oxford luego de haber terminado su carrera de grado en los EEUU se dirige al Reino Unido para estudiar física.

Con rasgos nativos sin darle importancia a los prejuicios sociales y siguiendo el sendero y puertas abiertas por su mente esta mujer luego de haber estudiado en la universidad de Northwestern en el estado de Illinois, EEUU, ha aplicado en Oxford para continuar su preparación en una de las ciencias más compleja de secundaria, y que para esta mujer es atractiva, fácil y que ha logrado despertarle mucha curiosidad, tanta que deja su país y continente para continuar investigando para saber y comprender más de esta ciencia que utiliza la ingeniería civil y muchas otras para responder a dilemas que tenga la humanidad cómo  comprender la naturaleza y tratar de ordenar el amplio campo de los fenómenos tal y como aparecen ante la observación humana.

Orígenes humildes

Su madre, Maribel, es abogada. Vino a la Argentina desde Perú en los años 90 a estudiar en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y hoy se dedica a la seguridad social. Hasta darse cuenta de su talento que posee con la ciencia que la mueve a espacios de lengua inglesa. Que mediante la beca global rhodes de la universidad de Oxford que hace posible su traslado, estadía y estudio de la física para enfatizar más en “Matemática, en twistor theory y scattering amplitudes” o el inicio del universo.Que “Básicamente es la gravedad, que rige cosas generalmente en escalas de planetas, galaxias, no es muy compatible con la mecánica cuántica.

Esta noticia debe servir cómo motivación, estímulo y aliciente para quien busque llegar más lejos y apuntar a otros horizontes fuera de su entorno, país o sistemas educativos que no contengan o carezcan de conocimiento o motivación suficiente para impartir ideas o mostrar el deseo de aprender más acerca de lo que exista en la agenda curricular que tiene desde artes, ciencias humanas, y exactas cómo la protagonista de esta historia que presenta la posibilidad de poder cuando la curiosidad y deseos de llegar más lejos cobran más peso en la vida de personas. 

Todo esto marca en el presente un hito para su futuro y el de personas que no crean en sí mismos o no tengan motivación suficiente para apuntar o llegar más lejos a lo que hacen sus contemporáneos que se encuentran atrapados por sus pantallas o consumidos por el consumismo que les hace perder el tiempo, ese que puede servir para aprender más o trabajar para sí mismos, sus familias o grupos sociales de su interés.

“Muchas personas tienen una idea del científico que es el hombre blanco con la bata de laboratorio. Y no, en muchos casos no es así”, advirtió Nía. Que de esta forma saca la cortina o gafas oscuras que tienen las ciencias exactas y lo que asusta a muchos dedicarse a estudiar o trabajar en las mismas. 

Si se quiere muchas veces se puede. El ejemplo de la peruana argentina con destino a Oxford es un caso bien claro sobre el mismo.

Más del autor