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Se busca estadista

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Combatir el crimen organizado no es tarea para figuritas del Instagram.

 

Algo más de 84 asesinatos cada 100 mil habitantes ubican a la región (Amambay) por delante de Ciudad Juárez, Cali, Guatemala, ciudades de Brasil y de Honduras, también de México y Colombia.

Esto fue escrito hace casi una década por el prestigioso diario español El Mundo, que señalaba a Pedro Juan Caballero como uno de los principales nodos del narcotráfico y el sicariato a nivel continental. Casi la mitad de esos homicidios fueron reportados por la policía local y la Secretaría Nacional Antidrogas como producto de contratos de asesinos profesionales, capaces de acabar con la vida humana por sumas que oscilan entre los US$ 500 y los 5.000, según la importancia del objetivo. El mismo día en que pistoleros dispararon contra el intendente de Pedro Juan eran asesinadas otras cuatro personas dentro de la franja de influencia de la frontera seca con Brasil. Cinco atentados en menos de 24 horas, todos con desenlace fatal.

Esta danza macabra empezó a cobrar notoriedad hace más de tres décadas, tras permanecer embozada y silenciada durante la dictadura. Pero el 26 de abril de 1991, en pleno amanecer de la democracia, se destapó con toda su fuerza con el asesinato en pleno mediodía de Santiago Leguizamón. Y no cesa desde entonces. Ocho presidentes y sus respectivos entornos de gestión fueron incapaces no ya de eliminar sino siquiera de moderar esta ola criminal que infecta todo el norte del país con su reguero de muertes. Es impensable el número de hogares paraguayos sumidos en el luto por imperio de un violento modo de protección de negocios y de marcación de territorios capturados por carteles dedicados al tráfico de drogas, al contrabando de cigarrillos, al lavado de dinero, a la falsificación y al comercio ilegal de armas.

Presentar batalla a este medioambiente de deterioro social, moral e institucional no es para figuritas recién salidas del estilista y de la tienda de modas, que cuelgan sus retratos fotoshopeados en el Instagram, anunciando su entrada a la política como si se tratara de un torneo masterchef. Sepan, quienes aspiran a instalarse en el Palacio de López en 2023, que van a una guerra sin cuartel. Tendrán que pisar fuerte, hablar alto y claro y actuar sin dudar frente a un enemigo que dispara primero y pregunta después.

El país no va a admitir otro tibio en la Presidencia. Quiere un líder verdadero y, de ser posible, un estadista. Veremos qué nos llega en abril próximo.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.
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