La salud es la mejor compañera para cualquier deportista si este desea rendir bien y alcanzar la victoria en las pruebas atléticas que se le presenten para que no terminen cómo un caso llamativo en los EE.UU, donde un jugador de fútbol americano de nombre Damar Hamlin cayó desplomado en plena cancha por un paro cardiaco. Fue en el partido Cincinnati-Buffalo que fue interrumpido a los diez minutos de juego, el jugador colapsó tras una tacleada y luego fue trasladado al hospital en estado crítico.
Un deporte que no es el mismo fútbol que estamos habituados a tener en otras partes del mundo y que aunque su forma de juego implique riesgos a la salud de sus jugadores, estos deben estar listos mental y físicamente para estar por 60 minutos corriendo de una punta a otra con armaduras y choques para detener el juego o avance del rival a la zona de “gol” o de puntaje. Así cómo el fútbol, baloncesto, tenis y todo ejercicio físico que exija un buen estado físico y psicológico para tolerar el tiempo. Hay una correlación directa entre deporte y salud.
La presión y todo lo que implique estar por más de 30 minutos corriendo, saltando y gritando para dar la victoria de su equipo en un partido, torneo o liga, por eso pide tener la seguridad y prever todo tipo de eventos como lo vivido en los EE.UU y su fútbol americano.
El solo hecho de ver su ritmo e intensidad de juego ya son suficientes para acelerar el pulso cardiaco de quienes no lo hemos jugado todavía, y quizá no lo hagamos porque no existe el hábito, tradición ni costumbre de lastimarse mucho tras un balón o para llegar al otro punto de una cancha.
En el verano nuestro suelen ocurrir situaciones como estas cuando caminamos en horarios de mucho calor, no nos hidratamos o no nos hacemos el chequeo médico antes de iniciar una actividad física.
Cuidados médicos
Los posibles desencadenantes de paros cardiacos incluyen: consumo excesivo de alcohol (en inglés) o consumo compulsivo de alcohol . esfuerzo físico o estrés físico, incluidos los deportes competitivos.
Por lo que se aconseja;
- Mantener un estilo de vida saludable.
- Controlar otras afecciones médicas. Algunas afecciones, como la presión arterial alta y la diabetes, y todo aquello que podría terminar en el triste suceso americano.
- Y por supuesto consumir medicamentos según lo indicado.
Todo esto implica tener una rigurosa disciplina y casi igual que los entrenamientos para la salud de uno mismo.
Lo ocurrido en los EE.UU vale la pena tenerlo en cuenta en todas las latitudes del mundo donde se tengan a jóvenes o personas de edad haciendo deporte algunas veces inconscientes de poseer problemas en su sistema, que de manera sorpresiva puede afectar la vida de jóvenes de 24 años cómo fue el caso de Damar Hamlin.
El paro cardiaco súbito es más común en adultos de entre 35 y 45 años de edad que no se dió esta vez con el jugador de los Buffalo Bills de Nueva York. Un estado intenso cómo el deporte, que ya no jugará más el accidentado, que partió dejando una lección importante; la salud y su atención a tiempo y medidas adecuadas son fundamentales para la vida del atleta, su familia y equipo que cuenta con él para trabajar bien en cualquier partido.