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Salud costosa

Ya no se hace extraño escuchar en los pasillos de hospitales comentarios cómo; “Comadre viste cuánto vale la cita con este médico?, y cómo respuesta; “no te quedes allí  porque ni te digo lo que me recetó, fui a la farmacia y el remedio es casi la mitad de mi salario!”  una historia repetida en todo el pías y ahora más dolorosa en pandemia.

Hoy día las consultas y cómo en Paraguay decimos los remedios  forman parte de lo que absorbe un gran porcentaje de nuestros recursos.. La sorpresa más grande que tuve fue al leer el caso de una niña que necesitó un medicamento de valor de dos millones de dólares, es el caso de Zoe Valentina de 2 años de edad quien sufre de Atrofia muscular espinal un problema de varias enfermedades hereditarias que destruyen progresivamente las neuronas motoras inferiores—células nerviosas en el tallo cerebral y la médula espinal que controlan la actividad muscular, y para solucionar este drama que afecta la salud se humana se consume Zolgensma de dos millones de dólares!, El costoso fármaco del laboratorio Novartis está fuera de las posibilidades de cualquier ser humano en el mundo que no considere un precio justo por una medicina que cualquiera se preguntará porqué y para que ponen ese precio tan elevado por algo que el mundo necesita para vivir bien que es la salud, que es lo mismo cobrar dos mil dólares por una botella de un litro de agua, cuando desde niño te enseñan que no se debe negar el agua al  prójimo, lo que no necesariamente significa que también se debe regalar la droga por y para la salud aunque los pasillos del hospital sigan con quejas por lo que valen los medicamentos y consultas por la salud,

Hoy día  con la pandemia, las salas de UTI siguen llenas sin recursos para hacer frente de forma  eficiente la atención de los seres humanos contagiados que al día de hoy ya los muertos  superan las dos mil personas.

A veces los ciudadanos pensamos que la palabra conciencia no existe en el cerebro de las farmacéuticas y hasta de los hospitales médicos y del ministerio de salud. Requerimos más empatía, razón social y espíritu de servicio porque con estos costos de salud no defenderemos la vida como manda nuestra Constitución.

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