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Rosario tomada por el narco

Nuestros hogares, barrios, ciudades, países y continentes tienen curiosidades que valen la pena destacar cómo lo que sucedió en Argentina y ahora es noticia en las redes por su provocativo estado. Se trata de cómo la cocaína creó  la primera narco ciudad. Se trata del  puerto fluvial de Rosario se encuentra en la ruta entre Perú y Bolivia, países productores de cocaína, y los lucrativos mercados de Europa. Es una ruta obligada del paso de mercaderías de ida y vuelta. 

Rosario, una ciudad de la provincia de Santa Fe se encuentra a 1080 km del Paraguay, la ciudad más poblada de la provincia con 1.348.725 habitantes que además de afrontar sus problemas en sus casas  tienen una fuerte amenaza fuera de la misma que se trata del narcotráfico que han quitado la vida de muchos niños. Lo que pasa en Rosario es el resultado de una violencia y una adicción aterradoras.

“La ruta marítima a través de la hidrovía Paraguay-Paraná se ha vuelto muy importante para el tráfico de drogas hacia Europa en los últimos cinco años”, dice Ángela Me, jefa de investigación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

“Las pandillas nunca mataban a niños, ahora sí lo hacen. Los niños no juegan afuera, tienen miedo. Las pandillas desalojan a la gente de sus casas, para utilizarlas para almacenar drogas y armas”, dice Jérez, vigilado por tres militares fuertemente armados. “Aquí antes todo era pacífico, pero ahora la violencia es diaria”.

Esta realidad llama la atención y quizá sea una fuente de inspiración para el desarrollo del guión de una serie o ficción que pronto podríamos tener cómo oferta en nuestras pantallas. 

Una ciudad violenta

La tasa anual de homicidios en Rosario es cinco veces mayor que el promedio nacional, 22 por cada 100.000 habitantes. Hechos que llamarían la atención del ejecutivo argentino, que debe responder para asegurar la vida y armonía de su población, su presidente Javier Milei analiza la posibilidad de enviar al ejército para que se ocupe de devolver la paz en esta ciudad argentina que padece la presencia del mortal narco cómo en otras ciudades sudamericanas que inician y terminan su día observando hombres armado con armas de guerra custodiando su mercadería para asegurar su arribo a manos del adicto que asegura su continua producción, venta y movimiento de divisas.

La última táctica de las pandillas es volverse contra transeúntes inocentes para lograr distribuir la droga en la población. Mimetizados de educadores estos narcos reparten la mortal cocaína entre rosarinos. 

En marzo de este año, cuatro asesinatos más sacudieron la ciudad, cuando las pandillas atacaron a trabajadores inocentes en represalia por una propuesta de represión contra los prisioneros que estando detenidos como aqui igual siguen haciendo de las suyas fuera de la cárcel de alguna manera. sino por ellos mismos en manos de otros delincuentes que buscan ser también apresados. 

Rosario es un claro ejemplo del poder de las pandillas y la incapacidad del Estado para reprimirlas. Quizás Bukele amigo de Milei los ayude.

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