El Paraguay es un país que emergió del mayor holocausto a nivel mundial. Un 85% de la población fue aniquilada por tres países en la guerra de la Triple Alianza en 1870. El país emergió a la vida con el compromiso de las mujeres al punto de ser alabadas estas por el propio papa Francisco quien las calificó como “la mujer más gloriosa de América”.
Ahora en la pandemia es clave hacer énfasis en la reconstrucción del país luego de la pandemia. Luego de una de las guerras mundiales que destruyó gran parte del orbe deberíamos haber aprendido algo sobre este tipo de conflictos y cómo emerger del mismo. Ahora que el virus se lleva cobrando más de 10 muertos en el país mientras se espera desafortunadamente que este número aumente, repitiendo de alguna manera los efectos de una guerra no cómo la triple alianza y esperemos que no sea cómo ninguna guerra otra guerra de impacto mundial. o revolución que hemos pasado.
RECONSTRUCCIÒN NACIONAL
El morir es uno viaje natural de la vida más un tránsito nada agradable para el viajero y los que los despiden entre quienes quedan mujeres que cómo las Residentas que posterior a una lucha de 6 años, 1864 -1870, se arremangaron para llevar adelante un país destruido, limpiarlo, ordenarlo y habitarlo cómo fuese posible. El mismo espíritu de lo que fueron esas mujeres que en aquella ocasión tuvieron el coraje no solo de vivir en espacios donde no solo faltaban hombres, sino niños y otras mujeres. Todos acabados por arma de fuego o violencia física, un humano contra otro y no cómo vemos ahora una pelea del colectivo humano contra un individuo invisible, imposible de sentir, escuchar y atacar cara a cara. Debemos volver a reconstruirnos de la resiliencia de la mujer paraguaya. Hay que comenzar a pensar en la post pandemia.
Esta lucha de recuperación no solo toca a la mujer hacerlo sino a todos que así cómo estamos trabajando para evitar saturando hospitales y cementerios continuemos juntos para adelante y rehusar dejar todo en manos de un grupo etario o de un gobierno inepto e incompetente que no se anima a reconocer su responsabilidad en esta nueva tragedia.
