La política, en términos electorales, llama a una serie de reflexiones. Algunos están planteando la idea de que realmente el Paraguay podría alcanzar un nivel de madurez democrática solo y en la medida en que las promesas electorales hayan sido pensadas, y que tengan la capacidad de ejecución de esa persona o de ese partido.
A lo largo de las tantas elecciones hemos escuchado tantas promesas, muy interesantes y atractivas, pero que cuando comprobamos quienes podrían llevarlas adelante, nos constatábamos de la idea de que era imposible que esa persona, con ese equipo, pudiera concretar ese proyecto.
Hay que buscar una mayor idea de coherencia entre las ideas, las urgencias, la realidad y los que se ofrecen para transformarla o llevarla adelante. Ya debemos tener algo de memoria, y recordar y castigar a aquellos sinvergüenzas que pretenden que nuestro olvido sea su mejor aliado, ya sea para continuar haciendo lo malo, o aquellos recién incorporados para continuar en la misma senda.