La palabra enredar tiene varios conceptos de acuerdo a su aplicación, aquí veremos cómo las conocidas “redes sociales” virtuales lograron pegar los ojos, tiempo y concentración en lo celulares que antes cómo dice mi abuela no eran tan complejos de entender, hoy día no llevamos solo un teléfono en el bolsillo sino una computadora de escritorio, compleja en su construcción, control y aplicación.
En el diálogo con los abuelos es claro identificar los feroces pasos que ha hecho la tecnología de comunicación, el lenguaje y sus herramientas, por ejemplo ahora somos testigos de cómo las redes hacen uso de sus plataformas para e desarrollo de publicidad diseñada para públicos exclusivos de acuerdo a donde esté, la última vez que salí de mi casa al encontrarse cerca de una heladería automáticamente recibí las ofertas del centro gastronómico relacionadas con lo que consumí allí la ultima vez, lo que me puso a pensar; estaré siendo vigilado por alguien o algo? que paso con no solo el espacio sino la vida privada?.
Parte de este confuso enredo tiene que ver con el aumento de distracción que provocan las tan mencionadas redes que hoy día revuelven el enfoque en una actividad importante en cualquiera de los campos humano donde una notificación, tono o vibración rompe el diálogo, la producción de algo u otra actividad que requiera mucha atención y que no la turba para ver o escuchar algo tiene contenido tonto, o innecesario para concentrarse en ello.
Es clave que las redes sociales funcionan de acuerdo a sus usuarios que genera contenido exponiendo su vida en textos, videos o otra forma de comunicar eso por el teléfono, otra herramienta que sostiene su existencia en el número de gente que los utilizan, me decía un amigo que trabaja en la organización que hace la administración, mantenimiento y aplicación de los teléfonos conocidos cómo línea baja que se encontraba muy preocupado no por la falta de usuarios que tenían sino por las llamadas de reclamos que desaparecieron por el factor que hoy día el teléfono cómo era conocido antes con sus números en teclas o discos y el tubo para escuchar y hablar va desapareciendo por la irrupción de estos nuevos sistemas de conexión.
Hoy día he conocido cómo las redes virtuales han reemplazado cómo dice mi abuela también al cara a cara escucharse verse, sentirse para así interpretar bien el mensaje del interlocutor, que se encuentra en la decisión libre de así cómo entró salir de las redes que lo bombardean con estúpidas notificaciones, sensación de ser espiados o ser acosado de publicidad sin quererla ver. Solo está en la fuerza social de quienes somos parte de la red para acabar con ellas así cómo en silencio va apagándose el uso del viejo teléfono.