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Recuperar la verdadera comunicación

La palabra “comunicación” viene del latín communicatio y significa “acción y efecto de transmitir y recibir un mensaje”, o hacer común algo entre los seres humanos que lo hacemos desde nacer hasta dejar de existir desde siempre; la boca o palabras no fueron creadas para no ser usadas, leídas o dichas sino todo lo contrario. La palabra es una herramienta que nos sirve para conectarnos, establecer vínculos, desarrollar relaciones sociales, laborales, académicas.

En estos tiempos en los que contamos con herramientas que nos pueden servir para hacer común lo que queramos con quien queramos he encontrado en línea; los cinco ejercicios para comunicarse de forma asertiva y cuidar los vínculos.

Las relaciones interpersonales pueden ser de las cosas más valiosas en la vida de las personas pero, en ocasiones, también resultan de las más desafiantes. Por el contertulio o compañero/a del diálogo o tema a ser tocado en la conversación.

A su vez existen de forma feroz con el contenido que tenemos en la red, que tiene noticias, películas, historias, reseñas, conceptos, juegos y hasta chistes y bromas que nos pueden servir para un breve diálogo cara a cara o chateo utilizando palabras importantes  con alguien.

Recuperar la cercanía

Existen distintos factores que pueden influir en que las relaciones interpersonales no sean tan satisfactorias como se espera, entre ellos se encuentran: las diferencias individuales, la presencia de conflictos y desacuerdos, las expectativas desajustadas de la realidad y, principalmente, la comunicación deficiente que puede darse por no usar los términos correctos en un diálogo o hablar sin dificultad en la boca, cosa que hasta hoy día traigo conmigo desde un accidente automovilístico hace más de doce años.

La falta de comunicación efectiva puede afectar cualquier tipo de vínculo. La carencia de esta habilidad puede dar lugar a conflictos que generen un gran malestar, así como también deteriorar la calidad de nuestras relaciones e incluso, eventualmente, provocar la ruptura definitiva de los vínculos que pueden ser útiles para cualquier fin social o colectivo que demanden más de una cabeza o cuerpo para poder efectivizar un plan.

Este puede ser iniciado, desarrollado y finalizado si logramos sostener una conversación por más de 15 minutos sin distraernos por o con nada, algo también difícil hoy día por la existencia de dispositivos o “bichos” cómo los llama un amigo que nos desvían la atención haciendo uso de nuestros ojos, oídos y manos para interactuar con el mismo.

En la lista de los ejercicios se encuentran:

  1. Tomarse un tiempo para reflexionar prestar atención a aquello que genera malestar durante las interacciones y en los vínculos en general 
  2. Prepararse para transmitir el mensaje una vez que se tenga claro cuáles son las  ideas que se quieren transmitir, planificar el modo de hacerlo
  3. Comunicar las ideas con claridad: no presuponer que el otro conoce o entiende el impacto negativo que pueden tener sus palabras y comentarios.
  4. Anticiparse a las respuestas que pueden recibirse, es importante tener un plan de acción en caso de que no se respete un pedido.
  5. Reforzar el mensaje; tener en cuenta que el cumplimiento de los límites establecidos en cualquier diálogo puede requerir de distintas charlas y refuerzos para que el mensaje sea comprendido.

Algunas ideas

Me atrevo a agregar un ejercicio más que consiste en hablar con frecuencia con quien tengamos cerca, un amigo, familiar, vecino o conocido que pueda comunicar sus ideas. por el efecto mental que también tiene el conversar o comunicarse cómo:

  • Tenemos menos posibilidades de tener depresión
  • Disminuye la ansiedad
  • Controla tu nivel de estrés
  • Bienestar fisico y psicologico
  • Mejora la calidad de vida

Unos minutos al día para conversar donde, cuando y con quien sea es un ejercicio medicina para nosotros, por lo que recomiendo tener en cuenta y aprovechar la sobre existencia de espacios públicos en orden y cafés habilitados para ocuparlos y justificar su disponibilidad con personas sentadas en una mesa frente a frente que no estén separadas por “espejos negros” cómo se llama una serie que critica el uso de artilugios para separarnos y no unirnos cómo lo deberían hacer.

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