Comentario 3×3
Por tercera vez se encuentran Abdo y Bolsonaro para tratar temas de la agenda común. Brasil es el principal socio comercial del país y tienen, entre otros proyectos importantes con nosotros, la explotación de la hidroeléctrica Itaipú, que llega en un momento trascendente, la renegociación de los términos, luego de haberse pagado por completo la deuda de US$ 22.000 millones.
Evidentemente, el tratado favoreció grandemente al Brasil, perjudicó a los intereses de Paraguay, fue firmado por Alfredo Stroessner y por el Partido Colorado, ahora la gran oportunidad que tiene esta agrupación política de la mano del hijo del secretario privado de Stroessner, es buscar que los acuerdos respondan a los criterios de equidad y de justicia.
El Paraguay tiene el 50 % de la producción como suya, de la que sólo utiliza el 8 %. El 42 restante se lo compra Brasil a precio o se lo lleva a precio de generación, que es un valor muy inferior a los valores de contratación de energía.
Aproximadamente estuvo en US$ 8 el megawatts, los niveles de generación y los de contratación en US$ 42. Paraguay venía perdiendo y viene perdiendo mucho dinero frente al Brasil, y debería reivindicar la propiedad de ese 50 % y hacer del mismo un valor económico trascendente, exportando energía hidroeléctrica a los mercados regionales, a Uruguay, a la Argentina y al propio Chile, que requiere mucho de este tipo de energía para poder mover su economía.
El Paraguay necesita también mostrar seguridad e integridad. Nuestro presidente no debe traicionarse por su adolescencia, sino que debe pensar en los claros intereses del país, y cuando se encuentra incluso de manera simbólica en territorio brasileño, tendría que decir esta es la tercera oportunidad que nos encontramos por qué no lo hacemos en Paraguay, y que tenga una idea concreta y clara de qué es lo que quiere de la represa hidroeléctrica de Itaipú en condominio con el Brasil y trabajar esa propuesta.
Han pasado más de 365 días de aquel escandaloso acuerdo firmado con el Brasil, que casi le cuesta el cargo a Abdo Benítez y a su vicepresidente. Es el momento de rectificar rumbos y dejar de lado la política entreguista, que en el caso de Itaipú ha significado postergaciones y pobreza para nuestro país.
