Algunos desde la escuela o colegio van construyendo el perfil y sendero académico que desean seguir para ser empleado en algo específico o ser innovador.
Años atrás al ver a un niño o joven muy atento y preciso en ciencias exactas ya podíamos prever que en un futuro se inclinaría por estudiar una ingeniería que tenga entre sus materias lo que haya sido bueno en su educación básica. Si le gustó ciencias, salud y química podíamos concluir que sería médico o algo cercano a las ciencias médicas.
Ahora estudiar ingeniería o matemáticas es un error, según un Premio Nobel en economía y todo por culpa de la inteligencia artificial. También defiende que las profesiones en hostelería y salud no corren peligro de desaparecer con la IA.
Christopher Pissarides, Premio Nobel en Economía, el griego que en 2010 fue reconocido con el premio Nobel por sus contribuciones a la macroeconomía y la teoría de los mercados con fricciones de búsqueda.
El economista laureado recomienda evitar estudiar cosas que pueden ya ser hechas por máquinas con IA (inteligencia artificial) que desde ya son una amenaza para muchas personas abocadas a prestar servicios “básicos” que han sido ya tomados por los dispositivos que el ser humano ha creado para que nos ayuden y no se hagan con el trabajo que nos provee el salario. El mismo debe tener un buen fin cómo invertir en herramientas que no solo sirvan para lucirlas sino sobre todo para hacer algo con ellas, e incluso en cursos, seminarios o textos que nos enseñen lo que debemos saber si queremos estar frente a cualquier amenaza cómo la IA.
Difícil transición
Esta eminencia de la economía ha defendido la idea de que ciertos trabajos relacionados con la ciencia y la tecnología están plantando su semilla de autodestrucción. Por la información y conocimiento que provee la humanidad a los dispositivos en la red de todos y la posibilidad de sustituir a millones en el camino.
Ese grupo de personas que debemos estar afilando, practicando y perfeccionando lo que hagamos o sepamos no solo para evitar que otra persona se haga con nuestro empleo sino ahora hasta para evitar quedarnos sin trabajo porque un artefacto lo podría hacer por el tiempo que sea y no necesite cobrar nada más que la energía que necesite para trabajar mejor que nosotros.
Para muchos la inteligencia artificial se ve actualmente como una mera ayuda para todas estas profesiones, sobre todo a la hora de gestionar datos. Pero todavía hay una gran dependencia de la presencia humana para gestionar las máquinas que nos sirvan para calcular, redactar, producir o transportar los productos o servicios que hagamos para otros. Con todo, hay que estar atento a lo que se viene.-
