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¿Quiénes se creen?

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Nadie está por encima de la ley, mucho menos, los políticos

Si, la pregunta es pertinente. ¿Qué imaginan que son aquellos que se dedican a la política, seres intocables, inalcanzables por la larga mano de la ley?

En las elecciones municipales de 2015, los dos principales competidores por la intendencia municipal de Lambaré acumulaban, el primero, cinco causas judiciales y el segundo, dos. Malversación, peculado, defraudación de la fé publica y demás lindezas eran las carátulas de estos sujetos que se presentaban a las urnas pelando prontuario policial, no hoja de vida. Por supuesto, los indiciados hacían pública protesta de inocencia y la ciudadanía no tuvo más remedio, como asegurara un ciudadano al pie de las urnas, que elegir al “menos peor”.

Esta es una realidad lacerante de nuestro medioambiente electoral, un interminable desfile de indeseables la mayor parte de ellos con epidermis de brontosaurio capaz de soportar las críticas más jugadas. Nada los estremece ni los incomoda. La acumulación de expedientes judiciales no desata en ellos la autocrítica ni les agrega cargos de conciencia. Acuden a la televisión con la sempiterna sonrisa en los labios como si fueran predicadores del evangelio y no proto delincuentes perseguidos por la justicia.

¿Cargos por contrabando y defraudación al fisco? De ninguna manera, sólo se trata de una persecución política de adversarios desesperados.

¿Lavado de dinero, cuentas en los paraísos fiscales, empresas off shore que rezuman ilegalidad? Negativo, son operaciones de lawfare montadas para desprestigiar candidaturas a las que las encuestas les dan ganador.

¿Enriquecimiento ilícito, declaraciones juradas mentirosas? Nada de eso, apenas campañas sucias para desprestigiar carreras legítimas en la función pública y truncar candidaturas a cargos electivos bien encaminadas.

Aunque al político en carrera le chorree el oro de los dedos, vista ropa de marca, habite una mansión principesca y maneje autos de alta gama, no dudará un segundo en enfrentar voces acusadoras y exigir pruebas de que su buena fortuna provenga de negocios sucios con el Estado o de vínculos con la delincuencia organizada.
Lawfare, campañas mediáticas, operaciones de desprestigio, cargos inventados, documentos fraguados, términos que la política bastarda siempre tiene a mano para despegarse del barro y presentar su cara de piedra en público.
¿Cambiará esto alguna vez?

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.
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