La situación que se presenta en algunos municipios de reducir el número de funcionarios nos parece una buena medida si la misma va acompañada por no contratar a otros en la misma cantidad y de otro color y signo partidario. Eso es lo que hemos visto en otras administraciones, que entraron con el propósito de mostrar ante la sociedad que había mucha gente que no trabajaba ni hacía absolutamente nada, pero pasado el tiempo del fervor comenzaron a contratar nuevamente a los suyos y, cuando ese intendente se fue, la cantidad de personas contratadas frente a las que había cesado al iniciar su mandato es mucho mayor.
Eso lo vemos también en algunos municipios donde ahora han anunciado una circunstancia similar como el caso de San Lorenzo y que, ahora también, Asunción dice que va a hacer; pero esta decisión tiene que estar acompañada con una firme voluntad de de hacer que todos aquellos que se quedaron hagan algo en función de mejorar la calidad el servicio para el contribuyente.
Si todo esto simplemente es para la galería, para complacer a los críticos, pero que pasadas esas circunstancias todo vuelva a lo normal o peor, nada en el cambio puede ser calificado como tal.
Es hora de que también los contribuyentes aprendamos sobre hechos concretos, que nos digan cuántos son, dónde se encuentran, cómo ingresaron, y a partir de ese mecanismo, establecer también un nuevo régimen de ingreso al servicio público.
