Los casos de personas quemadas ha crecido en los últimos años y nuestro pais a pesar de tener un hospital dedicado a ellos tiene un gran rezago en las recomendaciones para evitar acabar en los mismos de forma dolorosa y peligrosa. Estamos en invierno pero el sol sigue picando y fuerte.
Ya conocemos los pasos básicos para hacer frente a una quemadura que son:
- Enfriar la quemadura. …
- Quitarse los anillos o los objetos apretados.
- No romper las ampollas.
- Aplicar loción.
- Colocar una venda en la quemadura.
- Tomar un analgésico.
Ahora aunque estemos en invierno en el hemisferio sur del mundo el sol no descansa su trabajo de iluminar, calentar y proveer energía para las personas acostumbradas a hacer energía eléctrica del astro rey que no descansa ni lo hará para estar presente en nuestra vida siempre. Me dirán por el hecho de escribir esto ahora que es muy temprano para hablar de quemaduras solares que no tienen muchos casos en esta temporada. Más nunca es tarde mencionar o apuntar recomendaciones para nuestra salud siendo el paso de lapsos rápido y la presentación de estaciones fuera de tiempo y en ocasiones se mantienen por mayor tiempo que el habitual.
Ahora la preocupación de los efectos de rayos solares no están en Sudamérica sino en hemisferio Norte donde en la red vemos cómo se hacen análisis, cobertura y trabajos referentes a la presencia del sol en muchas vidas. Por este motivo, los expertos recomiendan los mejores tratamientos para el dolor, la descamación, las ampollas y la hinchazón. Que muchas veces por desinterés, falta de atención o auto negligencia el sol deja un souvenir en nuestra piel cómo un tatuaje que muchas personas buscan tener y que también ayuda no solo para dar color a nuestra piel sino también por ser una fuente de vitamina “d” que ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas.
Mucho cuidado con el sol
Una quemadura solar es la reacción de las células cutáneas al daño producido por la radiación ultravioleta del sol. En una quemadura solar de primer grado, se lesiona la capa superior de la piel, llamada epidermis, lo que provoca enrojecimiento, dolor e hinchazón.
La quemadura por el sol produce el envejecimiento prematuro de la piel (fotoenvejecimiento), lesiones precancerosas de la piel y cáncer de la misma. Las quemaduras solares de segundo grado son más graves porque también se daña la siguiente capa de la piel, la dermis. Cuando esto ocurre, se forman ampollas porque la epidermis y la dermis se separan y el líquido inflamatorio entra a raudales, lo que ocasiona que se formen burbujas en la piel.
En las pieles más oscuras, las quemaduras solares son más difíciles de notar al principio porque el enrojecimiento es menos evidente. Y está claro a su vez que la gente con tez más oscura resiste más a exponerse al sol. Las personas de color también pueden sufrir quemaduras solares, solo que la exposición al sol debe ser mucho mayor.
