Partamos de la base que el aspiracional de la audiencia joven actual vuelve a poner sobre el tapete lo que Bryan Caplan plantea como “el mito del votante racional”, esto muy a pesar de que en las ultima elecciones municipales bajó el promedio de edad de las personas que votan, o sea existe mayor participación de personas menores a 34 años (El Tribunal Superior de Justicia Electoral aun no presento el informe final que muestra sexo y edad de los participantes).
Y para advertir y tener una idea real sobre cuál es el mensaje que se debe difundir para atraer a este electorado volvemos a las redes sociales donde las figuras que tienen mayor alcance según las plataformas son quienes apelan al humor, al desarrollo personal, al deporte, a la diversión o a la experiencia en el consumo de ciertos productos. Si se fijan, no existe nada que guarde relación con: políticas públicas, representatividad, participación ciudadana, Estado de derecho, sistemas políticos, transparencia o lucha anticorrupción.
En enero de este año se presento una encuesta “De percepción y actitud política juvenil paraguaya” realizada por el Instituto Desarrollo donde sale que el 80% de los jóvenes no tolera la corrupción.
Con todas las denuncias que existieron durante las elecciones municipales y los resultados que finalmente se obtuvieron ¿Tuvo incidencia el tópico de corrupción? ¿Cuántos votos obtuvo Johana Ortega con esta premisa?
58% de los jóvenes urbanos considera que en general las cosas van por mal camino en el país ¿Y qué están haciendo para cambiar las cosas? ¿Tik tok?
Lo concreto y lejos de ser una critica a este porcentaje del electorado, es más bien una llamada de atención para los partidos y movimientos que no logran incentivar una mayor participación de las personas (convengamos que, al momento de hacer algunos cálculos, esto también resulta conveniente para muchos sectores). ¿En qué fallaron la educación, las generaciones anteriores o el propio sistema democrático que no logra una mayor participación de las personas? Es solo una idea.
