El politólogo italiano Giovanni Sartori dijo que “unas elecciones también pueden matar la democracia”, porque una mala elección puede desembocar en dictadura; también generar otros problemas como la corrupción, que termina afectando a las instituciones del Estado, y por ende disminuye la calidad de la democracia.
Nenecho ganó los comicios en Asunción con más de 122 mil votos, pese al escándalo de corrupción. Y no solo eso, su partido incluso obtuvo 15 espacios para concejales, este decir, la ANR tendrá mayoría propia en la Junta Municipal.
El triunfo electoral de Nenecho refleja que la estructura política pesa en las elecciones. Pero debemos reconocer que muchos de los afiliados colorados se concentran en la Capital. Pero también influyeron otros aspectos, como la campaña” ANR nunca más”, que en realidad empujó a los colorados a abroquelarse y trabajar con más fuerza. Esta campaña fue polémica, pero no vinculante, porque la ANR tuvo una de sus mejores elecciones. Otro factor que jugó a favor de Nenecho fue la aparición de la joven Johana Ortega, que dividió los votos del liberal Nakayama, beneficiando así a Nenecho. La oposición se encuentra dividida, y se aplica la clásica frase de Maquiavelo del “divide y vencerás”.
Hay que reconocer que Nenecho al principio supo comunicar y tuvo buena aceptación, este hecho le llevó a que Horacio Cartes respaldara su candidatura. En fin, múltiples factores coyunturales y exógenos favorecieron a Nenecho y lo llevaron a la victoria electoral.
Los comicios municipales dejaron lecciones para el oficialismo y la oposición. Y probablemente, también, a los electores, que en pocos meses más se darán cuenta si votaron por el mejor de los candidatos.