El presidente Vladimir Putin reemplazó a su primer ministro de larga data y pidió cambios constitucionales radicales, alimentando las especulaciones de que el líder ruso se está moviendo para extender su control sobre el poder más allá del final de su mandato en 2024.
La constitución ahora requiere que Putin renuncie como presidente, pero podría asumir otro cargo para garantizar su influencia continua. Putin no ha comentado sus planes y sus propuestas no incluyeron ninguna revisión que hubiera creado una nueva publicación para él. Pero los cambios podrían reducir los poderes radicales que actualmente tiene el presidente, potencialmente controlando a cualquier sucesor y haciendo que otros cuerpos sean más influyentes.
Putin dio poca explicación pública por la agitación dramática e inesperada, que vio a Dmitry Medvedev, uno de sus lugartenientes más leales, expulsado después de casi 8 años en el cargo. Medvedev se convirtió en primer ministro en 2012 después de renunciar como presidente para dar paso al regreso de Putin al Kremlin. Asumirá un nuevo cargo como vicepresidente del Consejo de Seguridad, informando a Putin.
Vladímir Putin pavimenta el camino para una transición. Y el primer capítulo para lograrlo es tener un nuevo Gobierno. El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, y su gabinete han renunciado este miércoles solo unas horas después de que el presidente ruso haya propuesto en su ceremonial discurso anual sobre el estado de la nación cambios “sustanciales” en la Constitución que debilitarían la autoridad de un eventual sucesor y podrían extender su control sobre el poder. Como colofón a una jornada intensa de reorganización, el presidente ha propuesto como nuevo jefe del Ejecutivo al poco conocido responsable del Servicio Federal de Impuestos, Mijaíl Mishustin. Las modificaciones constitucionales que ha sugerido el líder ruso establecen nuevos requisitos, y más duros, para liderar el país, fortalecen el papel del Parlamento y de un renovado Consejo de Estado. El inesperado anuncio de reformas y el repentino cambio de Gobierno son la mayor sacudida política para Rusia en años y alimentan la especulación de que Putin busca otro puesto para mantenerse en el poder tras 2024, cuando acaba legalmente su mandato.