sábado, junio 14

Putin buscará una sacudida constitucional

El presidente Vla­dimir Putin re­emplazó a su pri­mer ministro de larga data y pidió cambios constitucionales radicales, alimentando las especula­ciones de que el líder ruso se está moviendo para ex­tender su control sobre el poder más allá del final de su mandato en 2024.

La constitución ahora re­quiere que Putin renuncie como presidente, pero podría asumir otro cargo para garantizar su influen­cia continua. Putin no ha comentado sus planes y sus propuestas no inclu­yeron ninguna revisión que hubiera creado una nueva publicación para él. Pero los cambios podrían reducir los poderes radica­les que actualmente tiene el presidente, potencial­mente controlando a cual­quier sucesor y haciendo que otros cuerpos sean más influyentes.

Putin dio poca explica­ción pública por la agi­tación dramática e ines­perada, que vio a Dmitry Medvedev, uno de sus lugartenientes más leales, expulsado después de casi 8 años en el cargo. Medve­dev se convirtió en primer ministro en 2012 después de renunciar como presi­dente para dar paso al re­greso de Putin al Kremlin. Asumirá un nuevo cargo como vicepresidente del Consejo de Seguridad, in­formando a Putin.

Vladímir Putin pavimenta el camino para una transi­ción. Y el primer capítulo para lograrlo es tener un nuevo Gobierno. El pri­mer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, y su gabinete han renunciado este miércoles solo unas horas después de que el presidente ruso haya pro­puesto en su ceremonial discurso anual sobre el es­tado de la nación cambios “sustanciales” en la Cons­titución que debilitarían la autoridad de un even­tual sucesor y podrían extender su control sobre el poder. Como colofón a una jornada intensa de reorganización, el presi­dente ha propuesto como nuevo jefe del Ejecutivo al poco conocido responsa­ble del Servicio Federal de Impuestos, Mijaíl Mishus­tin. Las modificaciones constitucionales que ha sugerido el líder ruso esta­blecen nuevos requisitos, y más duros, para liderar el país, fortalecen el papel del Parlamento y de un re­novado Consejo de Esta­do. El inesperado anuncio de reformas y el repentino cambio de Gobierno son la mayor sacudida política para Rusia en años y ali­mentan la especulación de que Putin busca otro puesto para mantenerse en el poder tras 2024, cuando acaba legalmente su mandato.