Conocemos casos de plazas, catedrales, edificios y terrenos que se cercan para evitar su invasión y utilización para fines particulares, pero lo llamativo de un hecho que se da en el Caribe en una de las islas donde se Colón descubriera para ellos la que después se conocería coo América donde la República Dominicana inicia obras construcciòn de un muro fronterizo con Haití, con el fin de detener el cruce de migrantes, así como de drogas y contrabando, desde su vecino que es el país mas pobre del continente.
Cuando de límites nos referimos, existen ideas y proyectos de construir puentes en el mundo global integrado pero están aquellos como fue la idea controvertida del ex presidente Donald Trump de levantar un muro r entre México y los EEUU con la intención de impedir la inmigración ilegal y el contrabando a los Estados Unidos. Esto quedó en stand by con el triunfo de Biden pero no deja de ser una tendencia que se imita ahora con República Dominicana.
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Uno de los problemas recurrentes en la zona es el contrabando en el proceso de compra y venta de mercancía ilegal o clandestina. Estas mercancías han sido prohibidas por las leyes del Estado dominicano debido a sus efectos perjudiciales, la mayoría de las mismas son adictivas; este tipo de mercancías se les otorga el nombre de “ilícitas”
La pauperización de gran parte de la población en Paraguay durante la pandemia de COVID-19 dio impulso al contrabando de alimentos desde Argentina y Brasil. A finales de septiembre, agentes de una unidad anticontrabando decomisaron 20 toneladas de cebollas introducidas irregularmente al país desde Argentina. Tenemos a al ex fiscal Fuster al frente de esta unidad que reconoce la imposibilidad de controlar el paso de mercaderías fundamentalmente desde el Brasil y a Argentina. Ahora con los precios bajos de nuestro vecino del sur la peregrinación hacia la localidad fronteriza de Nanawa es intensa y permanente. A nadie se le ocurre construir un muro con nuestros vecinos como en Dominicana