Requerirán dominio digital y mucha preparación personal
Revisando las profesiones del futuro, digamos de aquí a 2030, salta a la vista que cada una de ellas sigue un patrón constante. Es decir, se componen de un núcleo duro digital y, conteniéndolo, una caparazón de capacitación en diversos grados para ejercer dichas profesiones u oficios de la manera más eficiente y rentable.
Cuando de aquí a diez años los niños y jóvenes completen su formación académica, el mercado los esperará con actividades que hoy son una novedad en desarrollo y perfeccionamiento.
Veamos algunas de ellas.
La computación en la frontera -edge computing en inglés- será muy demandada porque combina dos factores que entran frecuentemente en conflicto. Se trata de combinar la operatoria informática y el almacenamiento de datos de manera que se puedan mejorar los tiempos de respuesta en la búsqueda y a la vez ahorrar ancho de banda.
Otra profesión que ya tiene demanda la componen los expertos en fintech y banca digital, con un agregado que va abriéndose paso, las criptomonedas. El mercado está imponiendo un nuevo concepto que está transformando las finanzas con el uso masivo de tecnología digital para facilitar la vida al cliente y mejorar su experiencia de usuario. A este verdadero capítulo lleno de complejidades y desafíos se agrega el denominado crowdfunding, castellanizado como micromecenazgo y que se lo entiende como un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos. Este sistema apunta a saltear la intermediación financiera y reemplazarla por fondos de inversión mediante la emisión de valores y participaciones sociales a cargo de mecenas o inversionistas ángeles que desean promover la cultura empresarial y a la vez participar de un buen negocio. Detrás, o antes, de toda esta trama revolucionaria marchan los especialistas en coachig de bienestar financiero, que no son asesores que nos dicen en qué invertir nuestro dinero sino que nos ayudan a tomar decisiones correctas y, como dicen, “nos guiará en el camino hacia la conquista de nuestros objetivos, permitiéndonos superar nuestras limitaciones para lograr el bienestar”.
Quizá en estos días, esos oficios y profesiones suenen más a sanata que a empleos serios y formales. No nos equivoquemos. El mundo cambia a velocidad digital y hay que acompañar la ola. O resignarnos a quedar por el camino.
¿Qué prefiere usted, sobre todo si es joven?