La mujer paraguaya viene de una historia marcada de valentía y coraje, tal como se recuerda cada 24 de febrero en el ¨Día de la Mujer Paraguaya¨, un grupo de mujeres ofrecieron donar sus joyas a la causa nacional de la Guerra contra la Triple Alianza, entre otros hitos que marcaron la presencia de mujeres que transgredieron ciertas normas en su tiempo, de luchas y conquistas en busca de la igualdad, un avance muy importante de participación de las Mujeres en nuestro país.
Actualmente esa historia fue evolucionando y modificando la idea de aquellas creencias machistas que nos habían enseñado, y que con el tiempo vamos sanando muchas de nosotras, la cultura instalada por décadas, que la mujer debe tener sentido de dependencia emocional y económica de su pareja, que como antes la mamá debía encargarse del hogar al 100%, servir al hombre y que solamente el hombre salga a trabajar, llevando el sustento diario a su familia. Nos hemos revelado al comprender que tenemos los mismos derechos, y hemos emprendido vuelo.
Tuvimos un año 2021 complicado, con algunos cambios a causa de la pandemia, desgaste, estrés, situaciones dolorosas de pérdidas, alteración de la rutina; toda la situación externa nos afectó emocionalmente, que nuestros pensamientos fueron cambiando, de un año tormentoso, en este año entrante esos cambios internos podrán ser muy provechosos, llevándonos a una reflexión positiva de procesar cambios internos, autoevaluarnos internamente, y trabajar en aquellas cosas que nos faltan mejorar, para lograr ser Una mujer de valor.
Una mujer de valor, es una mujer empoderada, dueña de su propia vida y de sus decisiones, se hace cargo de su cuerpo y mente, como diría la ex Ministra de la Mujer Gloria Rubín, el significado de la mujer empoderada en guaraní ¨Che aje vale cherehé¨. No se limita simplemente en empoderarse económicamente, sino en tomar toda esa parte de nosotras, que también abarca el tipo de valor que nos damos, el de cuidarnos, el sentirnos seguras, dar pasos con firmeza, respetarnos a nosotras mismas, el darnos el lugar que nos merecemos, proyectarnos, tener sueños y llegar a ellos. Seamos egoístas en pensar lo que deseamos para nuestras vidas, encontrar la plenitud.
Es un buen momento de comunicarnos internamente, cambiar todos aquellos aspectos de nuestras vidas que vemos estancados, y que no nos sentimos identificadas y valoradas; la transformación empieza desde adentro para exteriorizarla hacia fuera.
Desde hoy reafírmate y hazle saber al mundo ¨YO SOY MUJER¨.