lunes, marzo 18, 2024
32.3 C
Asunción

Presidente Duque, doblemente sitiado

Recordemos que Colombia a finales de 2019 hasta el primer bimestre del año pasado, en el país tuvieron lugar numerosas protestas, aunque no consecutivas, todas ellas contra el Presidente Iván Duque, pero lo significativo de éstas es que fuero extremadamente violentas y coincidieron con una suerte de sincronía con las protestas de la misma naturaleza destructivas y caóticas que ocurrieron tanto en Ecuador como en Chile.

Por ello, el matón de Diosdado Cabello -el número 2 de la narco-tiranía- neocomunista venezolana- aseguró que se trataba de una “brisa bolivariana”. Dicha declaración ha sido clave, pues, la simultaneidad y sincronía de las protestas en los precitados países, dio claras luces que se trataba de la materialización de una agenda, una suerte de plan articulado y financiado desde Caracas por parte de la izquierda castrista, vale decir, Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla en coligación con sus operadores internos en Colombia, como los exguerrilleros de las FARC y la “Colombia Humana” del derrotado en las presidenciales y exguerillero del M19, Gustavo Petro.

Este nuevo ciclo de protestas de 2021 tuvo lugar luego que torpemente el Pdte. Iván Duque, tal vez, el único mandatario en todo el mundo que en medio de la pandemia del virus chino se atrevió presentar ante el parlamento de su país un proyecto de Reforma Tributaria, al que llamó “transformación social solidaria”. La iniciativa, buscaba lógicamente aumentar la capacidad de recaudación de fondos para el Estado para garantizar la gratuidad de la educación en los grupos sociales más desfavorecidos, impulsar el proyecto empleo juvenil y atender la contingencia presupuestaria del sector salud como consecuencia de la pandemia.

Lo cierto del caso, es que la economía de Colombia al igual que la gran mayoría de los países del mundo, han experimentado una severa contracción producto de las cuarentenas o restricciones, a lo que siguió el cierre de comercios y despido de trabajadores. Por ello, la propuesta de reforma tributaria de Duque, por más que la edulcorara, no fue bien recibida por la inmensa mayoría de la población colombiana.

Esto fue transformó en el caldo de cultivo perfecto para que los izquierdistas castro-chavistas aprovecharan el inmenso descontento popular contra el proyecto de aumento del IVA y la ampliación de la base de la recaudación para el Impuesto sobre Renta, el cual fue canalizado por diversas organizaciones que convocaron a un Paro Nacional y manifestaciones pacíficas. Pero éstas se tornaron violentas y vandálicas, una suerte de hordas salvajes que arrasaron todo a su paso en la capital, Bogotá, además de Medellín y Cali. Finalmente, Duque sucumbió y derrotado retiró el proyecto del Congreso y aceptó la renuncia de su Ministro de Hacienda, a la par, una victoria de Petro y sus hordas delincuenciales quienes, con su agenda violenta, de destrucción y caos doblegaron la institucionalidad y la paz de Colombia.

Nahem Reyes
Nahem Reyes
Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello e investigador asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela

Más del autor

Comunicar y cambiar

Hormigones que cambian

Trabajo y mutaciones

18-03-24