Se ha vuelto popular el Vapear o simular fumar. Los vaporizadores que funcionan a batería generan un aerosol que parece vapor de agua, pero que contiene nicotina, saborizantes y más de 30 químicos adicionales. El aerosol se inhala y llega a los pulmones, donde la nicotina y los químicos ingresan al torrente sanguíneo. Esto ya preocupa en algunos países como Inglaterra donde se preguntan; ¿Qué debemos hacer con el aumento de niños que vapean?. Quizá sea el ser visto inhalando y expulsando humo de uno mismo una especie de sex appeal o atractivo de uno para círculos sociales que tenga uno. Se está dejando de fumar tabaco pero ahora encuentran razones para sostener que vapear es peligroso.
El vapeo es también fumar aunque no con la misma cantidad de elementos nocivos de un cigarrillo ni con su mismo sabor, sino más bien tienen un gusto dulce y azucarado para aquellas personas que disfrutan este gusto en su paladar. Ahora el l niño o adolescente es el público que tiende a ir tras esta predilección para satisfacer sus necesidades que satisfagan sus exigencias.
Saber sus implicancias
La mayoría de los cigarrillos electrónicos también contienen nicotina responsable del daño en el sistema vascular por una parte, y de la disminución del transporte de oxígeno a los tejidos de nuestro organismo. También es importante saber que la nicotina actúa sobre las áreas del cerebro que regulan las sensaciones placenteras, provocando la aparición de dependencia que reconoce que la adicción es una afección médica crónica pero tratable en la que se producen cambios en los circuitos cerebrales que participan en la recompensa, el estrés y el autocontrol.
No hay problema con consumir lo que sea, de ahí a que este consumo se vuelva incontrolable y la ansiedad tome control de lo que bebamos, comamos o introduzcamos en nuestro cuerpo pero sin conocer sus efectos ya se vuelve preocupante.
Aunque vapear sepa dulce no significa que no tenga efectos amargos o nocivos para nuestra salud y la de los niños que se están inclinando a inhalar estos cigarrillos electrónicos que también poseen luces para atrapar la visual del consumidor y su entorno social.
Lo que vaya contra la salud humana no debe considerarse algo cool, atractivo o genial sino directamente algo malo y nada bueno, sano o agradable para el ser humano que vapee. Hay que atender estos nuevos hallazgos en el mundo para aplicarlo a nuestra realidad donde vapear ha crecido como hábito.