En Paraguay el término poha ñana” significa planta medicinal del guaraní al español y se encuentra siempre siendo usada y referenciada para tratar o corregir algún problema de la salud. Consumida habitualmente en el típico brebaje local necesario para enfrentar las altas temperaturas del país que es el tereré o en algunos tiempos del día a través de nuestro té regional que es el mate. Entre otros métodos habituales de consumir lo que nos da la pachamama o madre naturaleza que a su vez está buscando la medicina que la cure y salve su vida de los daños que hacemos los seres humanos para con ella.
Todo se mueve en ciclos en el motor y sistema biótico o de la vida, existimos los unos para los otros y lo único que nos asegura una vida perdurable y feliz es cómo somos entre nosotros, los humanos y seres vivos que tenemos y mostramos nuestros métodos de defensa cómo desastres naturales, tala y contaminación que no construyen nada sino destruyen lo que es y debe existir para edificar y sostener la vida que se encuentra siendo amenazada por la ignorancia.
Un gran recurso sanitario
Paraguay no es el único país cuya tierra y clima ofrece estos tesoros que ahora en México están estudiando la posibilidad que el estado regule la producción y comercialización de esta variedad de vegetales. La propuesta de ley otorgaría al Estado mexicano autoridad para regular y controlar la práctica de la medicina indígena.
Lo que abre un nuevo capítulo en esta región del mundo ahora para la intervención del Estado para con las plantas medicinales.
En Paraguay, la Ley 1119/97 considera medicamentos especiales, entre otros, a los derivados de plantas medicinales . En este sentido, es urgente promover una política Nacional de plantas medicinales y fitoterápicos para un uso seguro y racional, dentro de la atención primaria de la salud.
Entre las conocidas plantas medicinales paraguayas están; el cedrón kapi’i, ruda, menta, hierbabuena, anís, eneldo, borraja, manzanilla, ajenjo, salvia, hierba de Lucero entre otros cientos.
En México el representante de Morena, Armando Contreras Castillo, quien respaldó el proyecto de ley, escribió que la reforma abordaría las desigualdades en salud entre las comunidades indígenas y el resto de la población. Pero los académicos que han estudiado medicina tradicional no están de acuerdo.
“El fortalecimiento y avance del sector de la salud pública no debe hacerse a expensas de la medicina tradicional indígena” lo dijo Amparo Sevilla, antropóloga social e investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en un foro en línea realizado por la Universidad Autónoma de Ciudad de México (UACM.
Se abre la discusión
Mientras estas discusiones se dan, la vida y salud de muchos consumidores y productores exigen una respuesta sobre qué y cómo hacer para producir estas plantas o acceder a ellas sin más problemas que la salud física o financiera ya presenta.
Rafael Alarcón Lavín, representante de la Red Autónoma Mexicana de Médicos y Parteras Tradicionales, dijo: “El objetivo de este proyecto de ley es básicamente controlar todos los elementos que componen la medicina tradicional: médicos y parteras tradicionales, sus prácticas, el uso de medicina vegetal y otros procesos terapéuticos »
Solo esperamos y deseamos éxito a nuestro hermanos mexicanos en el ingreso de la jurisdicción al mundo del poha ñana para el bien de todos y que dicho éxito sea emulado en sitios como los nuestros que tenemos el privilegio de contar con este gesto generoso de la naturaleza en nuestras tierras.